XXXVIII

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El día había llegado. Estaban muy emocionados.

Los alumnos de la clase A y B de la academia UA esperaban su autobús respectivo para dirigirse al campamento en el bosque.

Lisa reconoció a la chica de enredaderas, Shiozaki Ibara, y se acercó a saludarla amablemente.

— Tu eres ... Hayami-san. — la muchacha de ojos oscuros sonrió  suavemente. — Es un gusto volver a verte.

— El gusto es mío. — Lisa le devolvió la sonrisa. — Espero que volvamos a enfrentarnos... Tus enredaderas son asombrosas.

— Muchas gracias, Hayami-san. Tu kosei también es realmente increíble.

Ambas rieron suavemente, conversando brevemente sobre las cosas que harían en su entrenamiento.

— Gra- — no terminó de pronunciar, por la impresión que tuvo al ver como Kendo golpeaba a Monoma en la cabeza para callarlo.

Lisa no pudo evitar reír con nerviosismo, al observar que también llevaba arrrastrado a Noah, quien seguía durmiendo plácidamente sin importar los golpes que recibía en el camino.

«Ese chico no cambia» bromeó en su mente al verlo tan despreocupado.

— ¡Suban al bus! — indicó la presidenta de la clase B.

Las dos jóvenes se despidieron y regresaron junto a sus compañeros de viaje para subir a su autobús indicado.

En el camino, escucharon música a alto volumen; hasta que el transporte se estacionó en una propiedad privada desconocida por los estudiantes.

— ¿Dónde estamos? — se preguntaban, mirando a su alrededor. — Este no es el lugar que nos dijeron.

Los murmullos inundaron el sereno ambiente, y la inquietud de los jóvenes se apreciaba en sus ojos.

— No tiene caso descansar sin razón.  — habló el profesor Aizawa, viendo las miradas curiosas y confundidas de sus estudiantes.

Lisa y Shouto se miraron mutuamente, alzando los hombros al no hallar una respuesta a sus dudas.

— Hola Erased ! — apareció una voz femenina, nunca antes escuchada por la Clase A.

Aquellas siluetas salieron del auto negro, dando a conocer sus rostros. Eran dos heroínas vestidas con trajes de gato.

Una de ellas era de cortos cabellos marrones, y la otra, rubia de ojos azules claro.

— ¡Wild Wild, Pussycats! — terminaron su presentación con una pose característica, manteniendo la atención y silencio de los alumnos por unos cuantos segundos.

Todoroki se talló los ojos, había sido mucho brillo para el.

Las Pussycats explicaban sobre los detalles del campamento, dando como primer punto importante el lugar donde se quedarian, el cual estaba muy lejos de donde habían parado.

— Oh no ... ¡Corran rápido al bus!

El campamento ya había empezado.

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora