XVII

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El festival deportivo llegaba a su fin con la premiación de los primeros puestos.

Teniendo a Bakugou en el primer lugar, a Todoroki en el segundo y a Tokoyami y Hayami en el tercer puesto.

— Oye, Baku-explosivo. — señalaba al nombrado, sonriendo nerviosa por la expresión en el rostro del muchacho.

— Realmente esta furioso. — le dijo a Tokoyami con una gota de preocupación.

La ceremonia seguía su curso y Midnigth presentaba al héroe número uno, que llegaría sorprendiendo al público.

— ¡Estoy aquí!

Pero no fue así. Su entrada fue recibida con ansias por la gente.

— Lo siento, hablé de ti. — se disculpó la heroína por arruinar su entrada sorpresa.

All Might empezó premiando al tercer lugar, colocando la medalla de bronce en el cuello del joven Tokoyami.

— Joven Tokoyami, felicidades. Eres muy fuerte. — le dijo el héroe.

— Si entrenas tu propia fuerza, tendras más opciones en la batalla. — continuó, dándole palmadas en la espalda.

El joven asentía, tomando los consejos del profesional.

— Lisa, felicidades. Has crecido bastante. — le otorgó la medalla, colocando una mano sobre la cabeza de la menor con la enorme sonrisa que lo caracterizaba.

— Gracias All Might. — agradeció haciendo una reverencia.

— Si controlas más tu poder, llegará a incrementar y a durar por más tiempo.  — la abrazó, dándole palmadas suaves en la espalda.

Lisa asintió con una sonrisa en su rostro.

— Esta bien.

El festividad culminó con la premiación de los dos primeros puestos, y los alumnos regresaron a sus clases.

— ¡Sorprendente Lisa! — Kaminari y Mina se acercaron a la azabache, viendo con detenimiento la medalla colgando en su cuello.

El aula sentía diferente.

— Gracias chicos. Por cierto, ¿Dónde esta Iida? — les preguntó viendo el asiento vacío del nombrado.

— Tienes razón, no lo he visto.

Lisa sentía la tragedia acercarse por la espalda del peliazul.

Era un mal presentimiento, como el que había tenido antes de la ida de Hideki Ren, su primer tutor.

La ojiverde pasó a sentarse en su pupitre al ver la llegada de su maestro.

— Buen trabajo a todos. —  les dijo su profesor.

La azabache de ojos felinos sonrió emocionada y contenta.

Pocas veces le habían felicitado, y cuando lo hacían, le hacía sentirse realmente feliz y orgullosa de si misma.

— No habrá clases mañana ni pasado mañana.

Todos se miraron ansiosos.

— Estoy seguro de que los profesionales que vieron el festival, los reclutarán. Pero se los anunciaremos cuando regresen, así que descansen bien y prepárense para eso.

— ¡Sí!

Las prácticas esperaban por ellos, debían preparar sus habilidades para afrontar la realidad. 

— Es todo por hoy. Pueden irse. — anunció el docente.

Todos fueron alistando sus pertenencias para ir a casa.

— ¡Lisa! — la llamaron las chicas alzando sus brazos con alegría.

Sonrió cruzando los brazos, yendo hacia ellas.

— ¿Qué pasó? — apoyo su mano en el pupitre de Tsuyu.

— ¡Queríamos hacer algo para divertirnos! — hablaron Hagakure y Mina al unísono. 

— No lo había pensado. — Lisa miró hacia el techo, llevando una mano sobre su cabello.

— ¿Que tal si vamos de compras? — sonrió YaoMomo con brillo en sus ojos. 

La chicas se emocionaron y movieron los brazos levantando los pulgares en señal de aprobación.  

— Podemos ir a ver películas en mi casa. — comentó Lisa, peinando un mechón de su cabello con nerviosismo. — Pueden quedarse a dormir si desean. 

— ¡Bien! Será muy divertido — dijo Uraraka con alegría al igual que Tsuyu, que asintió con una sonrisa en su rostro. 

Jirou y Hayami se dieron una corta mirada para reír por la actitud infantil de la castaña. 

— Oh, vaya. Son las 5:30, debo irme. — la ojiverde salió con apuro, despidiéndose de ellas con un movimiento de mano. — Nos vemos mañana. 

— ¡Hasta luego!

El trabajo esperaba y no podía llegar tarde, la atención del cliente era primordial para el crecimiento del negocio. Así la cafetería tendría más fondos económicos para ayudar a los niños huérfanos.  

— Estoy aquí. — pronunció con serenidad. 

— Lisa-chan. ¡Felicidades! — se acercó una mujer de cincuenta años, de cabellos lacios color negro y ojos marrones. — vimos el festival, ¡estuviste increíble!

— Muchas gracias, Aysel-obasan. 

— Te diría que descansaras, pero... — suspiró con cansancio llevando un brazo a su frente. — Ni Inari, Angela o Noah-kun estan aquí. 

— ¡Nos tienes a nosotros! — se escuchó las voces de los demás trabajadores que se encontraban realizando sus distintas labores.

— ¿Noah, quién es él?

— ¿Aun no lo conoces? Es el chico que Inari trajo desde Canadá. — la mujer le dió una bandeja y una carta donde se encontraban todos los nombres de los postres que vendían.

— ¿Hideki-Nissan? 

— Angela e Inari están en una misión ahora mismo. Quizás por eso no tuvieron tiempo de presentarlos. 

— Ya veo. — susurró. 

— Ahora si, ¡HORA DE TRABAJAR MUCHACHOS! — dio tres aplausos, indicando que la cafetería estaba abierta.

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora