IV

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Las pruebas continuaron, era el turno de Midoriya, que con una fuerza devastadora lanzó la pelota, haciendo que el aire temblara.

Todos aplaudían y halagaban al muchacho de ojos verdes por su asombrosa peculiaridad, todos menos Shouto y Bakugou.

El "chico explosivo" lo miraba amenazante, y Shouto con intriga.

Llegó el momento de los resultados finales. Ella había quedado dentro de los cinco primeros puestos.

Miró a sus compañeros, algunos preocupados, especialmente Midoriya. El chico ya parecía ser aplastado por una piedra invisible.

¿Acaso no se dieron cuenta?

— Midoriya, lo de la expulsión no es cierto. — le mencionó, siendo ignorada por los susurros del joven.

— ¡No susurres, asustas! — le golpeó en la cabeza para que reaccione.

— ¡Hayami-san! — le oyó decir entre pequeñas gotas que brotaban de sus ojos.

—No me oíste ¿cierto? — sonrió para calmarlo.

— Discúlpame. No puedo creer que vaya a ser expulsado. — habló casi partiendo en llanto.

— Por favor, cálmate. Te iba a decir eso, la expulsión no es cierta. Escucha a Aizawa-sensei. — al terminar tomó aire y trató de controlar su respiración, sorprendiéndose de la cantidad de palabras que empleó en esos escasos segundos.

— ¿Crees eso?

— Solo escucha y verás.

Tal como dijo, Aizawa-sensei aclaró que la expulsión solo era una pequeña ayuda para motivarlos.

— Hayami-san. Tuviste razón, muchas gracias. — derramó unas cuantas lágrimas por sus ojos verdes oscuros.

— No tienes que agradecerme, más bien anda a curarte ese dedo. — cerró los ojos, cruzando los brazos, dándole una sonrisa casi invisible.

Las pruebas continuaban al día siguiente con nuevos retos y pruebas que debían superar.

Era un día nuevo, las clases eran normales por la mañana y en la tarde era el entrenamiento básico de héroes.

All Might, el héroe más conocido de la historia, era uno de sus profesores de aula que supervisaría el tan esperado entrenamiento de combate, donde podrían utilizar sus trajes de héroe.

El traje de Lisa era de color negro al igual que sus guantes y botas, elaborados con un material que soportaba las altas temperaturas de su poder, además de ser muy cómodo.

El entrenamiento consistía en un enfrentamiento entre héroes y villanos en espacios cerrados, que se conformaba por grupos al azar de dos o tres estudiantes.

Su equipo era Shouto y Shoji, elegidos como los héroes.

Su misión era hallar el arma o capturar a los villanos que la protegían.

Conversó con Shoji acerca de un plan y de las posibles debilidades de Ojiro y Hagakure, contra quienes se enfrentaban.

Los tres analizaron el plano y buscaron una abertura para llegar a ellos.

— Lo más probable es que esté en uno de los últimos pisos. — comentó a sus compañeros. — Shouto, para capturarlos la mejor opción es congelar el piso y las paredes. Hagakure está descalza y Ojiro quedará atrapado. Shoji y yo iremos por el-

— ¡COMIENCEN! — se oyó la voz del héroe número uno a través del micrófono.

— Quédense aquí. — les dijo Shouto con tono neutro, caminando delante de ellos sin voltear a mirarlos.

— ¿Uh? — pronunció Shoji, viendo confundido a su compañero.

— ¿Que estas diciendo? — dudó la ojiverde. — ¡Shouto! — lo llamó por su nombre, esperando que la mirara, pero él solo la ignoró y cerró la puerta.

— ¿Porque siempre quieres hacer las cosas tu solo? — susurró con nostalgia, tratando de ingresar al edificio.

— Hayami. — dijo Shoji sosteniendo su brazo. — La puerta esta cubierta de hielo, no podemos entrar.

— ¡La prueba finalizo! ¡Los ganadores son los héroes!

— Se supone que debimos hacer esto juntos. Pero él simplemente... — dio la vuelta aún con la mirada baja. — Shoji, es mejor que regresemos. Ahora solo quiero irme a casa. — suspiró con pesadez.

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora