Hayami Lisa ha conocido la grandeza, y a probado el amargo sabor de la derrota.
Ella ha escuchado los empalagosos halagos de sus aduladores, y a soportado el odio irracional de esas mismas personas que decían amarla.
Hayami Lisa ha saboreado las d...
Aizawa anuncio los resultados del examen final, y dio la sorpresa "inesperada"... Todos irían al campamento, sin importar que algunos no hayan aprobado.
Mina, Kirishima, Kaminari, Sero y Sato se sintieron aliviados.
— Era una falsedad racional. — dijo Aizawa con su sonrisa extraña.
El campamento era para fortalecer sus habilidades. Y para ese evento necesitaban varias cosas.
Por eso, Hagakure propuso ir a comprar juntos por la tarde y todos aceptaron, menos Bakugou porque le parecía innecesario, Todoroki porque visitaría a su mamá, y Hayami por su trabajo.
Lisa apoyaba en la cafetería junto a Noah, ya que al siguiente día no tenían clases. Pero él no ayudaba del todo.
— ¡Noah! — gritó Lisa molesta.
El chico se levantó espantado, viendo el rostro sombrío de la muchacha.
— O-oye Venus... ya estoy despierto. — trató de calmarla. — no me mates. — susurró, bromeando.
— Estabas durmiendo en el almacén. — frotó el puente de su nariz, pidiendo paciencia.
— Disculpa. Solo fueron cinco minutos...
— Pasó una hora. — cruzó los brazos. — Estaba tan ocupada que no me di cuenta.
El chico miró el reloj colgado en la pared, y abrió la boca por la sorpresa e incomodidad. Quedó sin argumentos y rápidamente se levantó a recibir a los clientes.
Suspiró cansada, arreglando el uniforme de la tienda. Se recostó en la pared y sacó el teléfono para ver lo que sus compañeros habían hecho.
Rió al ver las graciosas fotos que Kirishima había tomado a cada uno de ellos cuando estaban desprevenidos.
Después de quince minutos de descanso, caminó hacia la cocina y llevó los postres hacia las mesas indicadas.
— Tres tazas de café, dos tartas, y un café moca. — dijo Lisa por la ventanilla que comunicaba con la cocina. — Oh, también un helado.
— Venus! — la llamó Noah acercándose con la bandeja en sus manos. — Un café con leche y dos pasteles... — habló antes con la señora que les entregaba los pedidos.
Conversaban mientras repartían los postres con una sonrisa agradable, haciendo que las personas se sintieran a gusto con su atención.
— ¿Qué me ibas a decir? — preguntó la pelinegra, cruzando por su lado.
— Ah, cierto. — dio una corta risa. — Tu novio está afuera.
¿Novio? Se preguntó en su mente. Y lo único que llegó a su mente fue la imagen del chico de ojos heterocromicos y cabellos de dos colores.
— No es mi novio... — habló en un susurro, avergonzada y con la mirada baja.
— Mm... Pero estás sonrojada. — la miró incrédulo.
La chica solo lo ignoró y continuó su trabajo, pero la curiosidad le hizo hablarle nuevamente.
— ¿Dónde está? — murmuró jalando la manga de la camisa del muchacho, para que pudiera responderle.
— Lo vi esperando afuera, hace poco. — contestó con la expresión agotada de siempre.
El turno de Hayami terminaba en media hora.
— Hoy trabajaste mucho. Ve a descansar. — dijo Noah, doblando unas servilletas color beige. — Yo me encargo.
Lisa cruzó los brazos, pensando si eso era lo mejor.
— Confía en mi. Está vez no me dormiré. — alzó la palma de su mano y cerró los ojos como si hiciera una promesa. — Yo le avisaré a Hideki.
Ella le agradeció con una sonrisa y caminó rápido hacia el vestidor. Tomó el conjunto que guardaba en el casillero de la habitación y se cambió en pocos minutos.
Salió por la puerta trasera, visualizando a pocos metros al semialbino que estaba acariciando a un gato muy gordo.
— Shouto. — lo sorprendió, por detrás. — Pensé que habías ido a ver a tu mamá.
El asintió con la cabeza.
— Iré a verla. — se detuvo, con un rostro pensativo, dejando ir al animal. — Pero creo que le gustaría volver a verte. Así que me preguntaba... si podrías salir hoy.
Lisa recordó que tampoco la había ido a visitar en ese tiempo.
— ¿Enserio quiere verme? —Inconscientemente apretó su brazo, mientras miraba el suelo en un punto fijo.
— Me preguntó por ti, la primera vez que fui a visitarla.
La ojiverde tardó en contestar. Y Shouto estaba un poco nervioso al saber cuál sería su respuesta.
— Le llevaré un postre. — sonrió pensando en lo bien que se sentía Shouto al ver a su madre nuevamente. — Esto le gustará mucho a Rei-san.
Aquella respuesta iluminó el rostro del bicolor y lo animó a continuar el camino que había elegido.
— Gracias ... — sonrió a escondidas, levantándose para caminar a su lado.
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Estaba viendo la segunda temporada de BNHA (otra vez) y dije... Oh! La mami de Shouto bebé. Así que incluí una escena mencionando a Rei ...
