Al día siguiente.
La brisa tocaba tenuemente la cortina de la habitación donde Lisa esperaba la llegada de la enfermera y del doctor para darle de alta.
No pudo dormir en toda la noche.
— No queda de otra. — bufó cansada e impaciente, resignada a levantarse de la cama.
Caminó en dirección al baño, deteniéndose en el lavabo de porcelana. Miró su reflejo en el espejo, contemplando su rostro inexpresivo y los cabellos azabaches que apenas llegaban a tocar sus hombros.
Inhaló profundo procediendo a lavarse la cara.
— Pobre Lisa.
— ¿Eh? — giró involuntariamente, pero había nadie. — Ni se te ocurra salir ahora. — bromeó consigo misma, refiriéndose a su otra personalidad.
La chica de ojos esmeralda salió nuevamente, con la intención de regresar a la cama. Pero algo le llamó la atención desde el exterior, se acercó a la ventana, entrecerrando los ojos al sentir la luz del sol caer sobre su rostro con expresión agotada.
Las buenas mañanas se estaban extinguiendo. Pero quizás si pensaba en días tal vez "mejores", sus terribles sueños se alejarían de ella.— Señorita Hayami, tiene visitas. — oyó la voz de la enfermera detrás de ella.
Ella solo giró para verla y asentir con la cabeza con una sonrisa corta que la aliviaría. Era buena creando ilusiones, mentirle sería fácil.
— ¿Cómo va todo, Lisa-chan? — preguntó el héroe de la agencia que la había reclutado, tratando de actuar como siempre.
— Uhm... Va mejorando.
Pero en ese momento parecían extraños entablando una conversación ajena a lo que querían expresar realmente.
— Por cierto... Hideki Nissan. Hoy estás completamente vestido. — señaló sorprendida al rubio, teniendo razón.
— Pues verás... No me querían dejar entrar si no tenía una camiseta puesta. — comentó avergonzado, riendo por pocos segundos.
— Ya veo. — rió de forma leve.
Ambos quedaron en un silencio incómodo.
— Lisa-chan. Necesitan hablar con ustedes sobre Stain.
— Lo sé.
Se acercó a la puerta donde estaba y salió junto con él, en dirección al siguiente cuarto.
Inari se preguntaba si conocía exactamente algo sobre ella.
Lamentaba, que ese semblante hubiera sido provocado por falsedades de las cuales el también pudo ser parte.
— Ya estas aquí. — dijo un oficial con cabeza de perro.
«Un perro...» Pensó Lisa conteniendo las ganas de acariciar su cabeza.
— Continuemos. Bueno, ustedes no tuvieron permiso para pelear, por eso...
— De hecho, Tsuragamae-san, yo le di permiso a Lisa-chan para detener a cualquier villano que la pusiera en peligro. — interrumpió Black Eclair.
Gran Torino y Manual también estaban ahí, como responsables de los estudiantes. Los tres juntos con Endeavor serían castigados severamente por no supervisarlos bien.
— ¿Debimos seguir las reglas y dejar que murieran? — Todoroki frunció el ceño, siendo detenido por Midoriya. — ¿Un héroe no debe salvar gente?
— Espera Shouto. — Lisa estaba de acuerdo con él, pero también comprendía a lo que quería llegar el jefe.
— Esa es la opinión oficial de la policía. Y el castigo ocurriría si se hiciera público. Si fuera asi, la gente los reconocería pero serían castigados. — les explicó. — Por otro lado, si no se hace público, las quemaduras señalarán a Endeavor y todo terminará ahí.
El jefe de policía agradeció a los jóvenes por proteger la paz en la cuidad y se marchó, con la esperanza de verlos crecer como héroes.
Más tarde, los doctores dieron de alta a Iida después de los resultados de sus heridas, y al dia siguiente a Hayami y Todoroki. Midoriya, se quedó más tiempo debido a que sus heridas no sanaban.
Los dos caminaban al lado del otro, regresando a sus hogares para descansar.
— Dangos... Quiero uno. — balbuceó la pelinegra, cubriendo su rostro con ambas manos.
— Pero es de noche, no creo que vendan. — le dijo el chico, observando a la muchacha de ojos verdes apenada por no encontrar su comida favorita.
— Lo sé. Pero tengo hambre.
Shouto tocó su barbilla, con un rostro pensativo. Él también estaba hambriento.
El bicolor sacó su teléfono del bolsillo, mandó un mensaje rápidamente y espero unos minutos, luego guardó el celular y dirigió su mirada a la joven junto a él.
— Nee-san nos invita a cenar.
Lisa sonrió emocionada, aplaudiendo por lo que había dicho. Sus ojos volvieron a brillar en ese momento y abrazó repentinamente al chico de bellos ojos para expresarle su agradecimiento.
Se sentía sincero y confortante.
Shouto correspondió el abrazo, y entendió que ella necesitaba ese apoyo.
— Gracias. — Lisa inclinó la cabeza para verlo directamente, ya que era mucho más alto que ella. Siempre lo había sido, pero los diez centímetros que los diferenciaban en ese momento lo volvía notorio.
El cerró sus ojos, dándole una sonrisa cálida y tierna, causando un inesperado rubor en las mejillas de la chica.
— Me tenían preocupada. — La albina salía al pasillo para recibirlos. Tenía el cabello recogido en una coleta, y las manos juntas por su nerviosismo de naturaleza.
Se disculparon con ella por asustarla, y disfrutaron de la cena que había preparado con dedicación.
Fuyumi se sentía muy feliz al verlos comer con tantas ganas, y estaba aliviada al saber que su pequeño hermano lograba ser libre.
Los niños que vio crecer, pronto se convertirían en grandes héroes. Estaba segura.
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NEVER FORGET YOU
FanfictionHayami Lisa ha conocido la grandeza, y a probado el amargo sabor de la derrota. Ella ha escuchado los empalagosos halagos de sus aduladores, y a soportado el odio irracional de esas mismas personas que decían amarla. Hayami Lisa ha saboreado las d...