II

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Paso un año exactamente desde que aquellos niños inocentes se conocieron en el pacífico y silencioso río.

Cada uno de ellos despertó su don, Shouto tenía el poder de hielo y fuego, lo que explicaba los colores de su cabello. Lisa controlaba llamas azules y podía crear ilusiones cuando cantaba.

Pero no todo fue feliz desde que descubrieron su poder. El padre de Shouto lo obligaba a entrenar a todas horas, así que dejó de ver a Lisa como habían prometido.

Sin saber el porqué de su repentina ausencia, la pequeña comenzó a sentirse sola y aislada nuevamente.

Tal fue su sorpresa cuando se enteró que Hideki Ren, protector y responsable del cuidado de Lisa, había desaparecido.

Con la tristeza inundando sus pequeños y hermosos ojos verdes, escuchó la noticia que le brindaba una mujer que pertenecía a la organización que la cuidaba.

Le informaron que un nuevo héroe llamado Endeavor había decidido encargarse de ella.

La tierna y adorable criatura solo asintió y dijo que aceptaría ir a conocer a aquel héroe, pero en el fondo solo quería permanecer al lado del hombre que más la estimaba.

A la mañana siguiente, con la compañía de la mujer que le había dado la noticia, visitó el hogar de Todoroki Enji.

La expresión del hombre fornido no era suave a diferencia de Hideki, eso hizo que Lisa se escondiera detrás de la mujer hasta que vio a un pequeño niño de cabello bicolor asomándose a la puerta.

— ¡Shouto! — gritó de emoción como si el mundo se terminara en ese instante.

— ¿Lisa? — dudó con los ojos nublados por el cansancio del entrenamiento a su corta edad. — ¡Si, eres tú! — corrió olvidando sus dolores en el cuerpo.

— Shouto. — habló su padre cruzando los brazos, manteniendo esa temible expresión facial al observar a los pequeños. — Lisa visitará nuestra casa muy seguido, además irán al mismo centro educativo y asistirán juntos a U.A. Estoy seguro que serán grandes héroes, ambos deben esforzarse. ¿Lo entiendes no, Shouto?

— Si. — respondió, mirando a su progenitor con tristeza y resentimiento.

Pasaron los días, Lisa visitaba la casa de los Todoroki, pero él siempre estaba entrenado a sus cortos cinco años.

Ya no era el niño inocente que había conocido, sus ojos destilaban odio y su esencia era totalmente distinta.

No era el Shouto que había conocido en aquel río, aquel que tenía brillo en sus ojos al mostrar una sonrisa cálida y hermosa.

La pequeña de ojos verdes visitaba mayormente la casa de la familia Todoroki para al menos ver a su amigo, pero aquel dia fue diferente.

Había llegado muy tarde.

Atónita miraba la quemadura en el ojo izquierdo del menor que era tapada por vendas.

Corrió directamente a abrazarlo y tratar de calmar los temblores en el cuerpo de Shouto, pero no obtuvo éxito.

El señor Todoroki se hallaba bastante irritado acercándose a los niños, mientras que su esposa era llevada a un centro psiquiátrico.

El ambiente era tenso, y la casa estaba llena de furia, incomprensión y tristeza.

— ¡Deténgase, ya no se acerque! — vociferaba cubriendo su cuerpo y el del pequeño bicolor, de llamas azules.

— ¿Ese poder? — susurró para él mismo.

— Lisa, vete a casa. — le decía mirando desafiante a su padre. No quería involucrarla y hacerle más daño del que había sufrido.

— Pero…

— Ve ya. — replicó mirándola con esos ojos que desconocía.

Y así pasaron años donde la mantuvo alejada, creciendo en el rencor. Sin olvidar los bellos momentos que pasaron juntos.

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora