Ya era de noche. La última misión del día, patrullando las calles transitadas.
— Oye viejo, ¿falta mucho para llegar? — bostezó Noah, jugando con sus manos para no quedarse dormido en el camino. — Ya me están doliendo los pies.
El hombre giró sobre sus talones, tomando la posición de un maestro algo exagerado.
— Primero, no soy viejo solo tengo veinticinco años y segundo... — aclaró su voz, dándose cuenta que el chico estaba dormido.
La pelinegra suspiró cansada golpeando su frente con la palma de su mano por la acción de su compañero. No podía creer lo fácil que era dormir para el, a ella le costaba media hora dormirse a causa de sus dudas existenciales cuando intentaba hacerlo.
¡¿Cómo es posible?! Se preguntaba antes de golpear con el codo al joven, causando que despertara bruscamente por la impresión.
— ¡Estoy despierto! — argumento falsamente, sintiéndose avergonzado. — Disculpen.
— No te preocupes, solo no te quedes dormido cuando estemos vigilando. — le sonrió Lisa, creando un nuevo lazo de confianza.
Noah sonrió de igual forma.
— Segundo... Ya llegamos. — dijo el héroe, señalando a las llamativas llamas de Endeavor con una sonrisa emocionada y brillante.
— Finalmente señor exhibicionista.
— Hideki-Nissan es un pervertido. — susurró la ojiverde entre risas que trataba de esconder.
— ¡¿También tú, Lisa-chan?!
Los dos menores no pudieron evitarlo. Era algo gracioso pero a pesar de las bromas, le respetaban a su manera.
Después se dirigieron a donde el héroe número dos se encontraba junto con el menor de sus hijos.
Pero cuando se acercaron a hablar sobre el caso, la expresión de Black Eclair fue alarmante. Ni siquiera hubo tiempo para saludar, ambos equipos partieron rápidamente.
Sin saber que había pasado los alumnos de UA lucían preocupados y ansiosos. Lisa y Shouto intercambiaron miradas pero él tampoco conocía la situación.
Cuando llegaron a la escena fue realmente impactante para ellos, jamás habían presenciado tanta maldad.
En el callejón oscuro pudieron observar un cadáver de una mujer de aproximadamente treinta años, rodeada de líquido rojizo proveniente de los cortes profundos en su cuerpo inmóvil y frío. Pero cuando miraron detenidamente, en la parte más sombría yacía no solo uno, sino cuatro cuerpos más que reconocieron fácilmente por los trajes que vestían.
Eran héroes, incluso la mujer que iba vestida como un civil. Y todos habían sido atacados de la misma forma despiadada.
— Ellos... — murmuró Lisa, apretando su brazo con fuerza para no perder el control de su cuerpo, pero aun así su manos no dejaban de temblar.
— ¿Cómo paso? — Todoroki no podía dejar de visualizar con horror aquel escenario sangriento.
— Puede haber sido el asesino de héroes que atacó a Ingenium. — pronunció Noah, señalando los cortes en la piel de los fallecidos. — Los atacaron de igual forma.
El bicolor y la pelinegra se miraron con preocupación y asintieron a lo dicho por su compañero.
Hideki los detuvo y les indicó que esperaran, mientras él y Endeavor iban a analizar las pruebas para capturar al asesino.
Minutos después, Endeavor fue el que conversó con la policía y le explicó toda la información recolectada; mientras que Black Eclair comunicó a los estudiantes.
— Se suponía que no teníamos que incolucrarlos en estos casos. — el hombre de los pantalones negros bajó la mirada. — Pero fue imposible, a veces los héroes no llegan a tiempo.
Los tres sabían el significado tras esas palabras claras y funestas, no iba a ser el único caso que no podrían detener en sus carreras.
Después de eso, se dirigieron a casa. No pudieron hacer más, y ese hecho simplemente los aturdía.
Las manos de Lisa no dejaban de temblar por la fuerte impresión, y sus ojos dejaron de brillar como esmeraldas.
— Esa es la parte oscura, ¿no? — dijo ella en tono neutral, sin dejar de avanzar con la mirada en el suelo.
Todoroki solo la observaba, caminaba a su lado pero aun estaba en silencio, comprendiendo que ella estaba asustada de lo que podía pasar en un futuro.
— Si. — dijo finalmente. — Es lo que la mayoría no quiere contarnos. — alegó haciendo una pausa.
— Pero es algo que experimentáremos de igual manera. — argumentó ella completando su idea.
Al llegar a casa de la fémina, Shouto la acompañó por varios minutos, porque sabía que ella se sentía sola en esa gran casa.
Ambos estaban sentados en el pasillo, con la mente cansada mirando las flores del jardín. El día había sido largo y agotador.
La pelinegra pasó una mano por sus cabellos azabaches, moviendo algunos mechones que estorbaban en su bello y misterioso rostro.
Respiró y contuvo el aire inhalado para dejarlo salir con pesadez, abrazó sus piernas sin saber porque y recordó nuevamente la escena.
Ella era consciente que debía superarlo, pero nuevamente su mano comenzó a temblar y su mente se había perdido en algún lugar más allá del conocimiento humano.
— ¡Lisa! — la llamó sosteniendo su mano, sabiendo que ella no estaba bien, ya que no era la primera vez que la veía asi.
— Estoy bien.
— No lo estás. — le dijo preocupado aun sosteniendo su mano, mirándola a los ojos para desmentir sus palabras.
Ella podía ser una gran mentirosa, pero a él nunca podía engañarlo.
— Gracias. — susurró apoyando su cabeza en el hombro del muchacho, comprendiéndo finalmente que su sensibilidad a las emociones de los demás también era su debilidad.
El mundo que ellos verían en el futuro tendría varias sorpresas desagradables, y pruebas inesperadas en varias ocasiones.
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NEVER FORGET YOU
FanfictionHayami Lisa ha conocido la grandeza, y a probado el amargo sabor de la derrota. Ella ha escuchado los empalagosos halagos de sus aduladores, y a soportado el odio irracional de esas mismas personas que decían amarla. Hayami Lisa ha saboreado las d...