LXIX

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"Te están vigilando."

Lisa soltó una maldición en un susurro, y apretó sus puños para recordar la promesa que se había hecho: No perder la confianza en si misma, y no dejarse pisotear.

No otra vez.  

— ¡Ah, maldición! — exclamó para no continuar distrayéndose con esos pensamientos negativos.

Y corrió lo más rápido que pudo, olvidando con cada paso, los recuerdos dolorosos que solo creaban desconfianza en ella.

— ¡Necesitamos ayuda! — oyó la voz de un muchacho, y se detuvo para buscarlo rápidamente con la mirada.

— ¡Oye! — le llamó Lisa al encontrarse con él. — La zona de evacuación está cerca. — dijo mientras le ayudaba a cargar la mitad del peso del adulto mayor que estaba inconsciente.

— Esa es una buena noticia. — pronunció el joven con una mueca de dolor que no pasó desapercibida ante los ojos de Lisa.

— ¿Estás heri- intentó preguntar, pero un grito ahogado la interrumpió. — ¡Cuidado! — lo empujó al ver la bola de fuego que amenazaba con quemarlo directamente en el rostro.

Y levantó el brazo que tenía libre para contrarrestar las llamas ardientes con las suyas.

Sin embargo, a pesar de su apurado intento de defenderse, no pudo esquivar totalmente el ataque.

— ¡Señorita! — exclamó el muchacho con preocupación al observar como las llamas anaranjadas envolvían los brazos y el rostro de la chica de ojos verdes.

Pero Lisa no se inmutó ante el ardiente fuego, ni sintió dolor, porque su cuerpo era resistente al calor.

— ¡Imbéciles! — vociferó Lisa con enojo y decepción, encontrándose con la mirada arrepentida y culpable de Todoroki y también con la sorprendida y preocupada expresión de Inasa. — ¡¿En qué están pensando?! — gritó con un intenso enfado e indignación, porque todos estaban luchando contra el agotamiento y las dificultades para rescatar a los heridos mientras los protegían del repentino ataque liderado por Gang Orca, un héroe profesional.

Y en cambio, ellos simplemente decidieron olvidarse del resto del mundo para defender su tonto orgullo, atreviéndose a herir a alguien como consecuencia de su inoportuno enfrentamiento.

Pero el daño ya estaba hecho.

Todoroki sabía perfectamente que se había equivocado, que había atentado contra Lisa y las personas que ella había defendido; y que era muy tarde, incluso para arrepentimientos.

Solo le quedaba seguir adelante y enmendar su error, pero hasta para eso era muy tarde.

Gang Orca ya lo tenía agarrado del cuello y en tan solo segundos logró tenerlo a su merced, impactando su cuerpo contra el suelo.

— ¡Shouto!

Las llamas azules de Lisa no lograron detener al héroe profesional, y supo al instante que no podía vencerlo sola.

Sin embargo, la situación era complicada.

Habían dos heridos, un hombre de gran tamaño que estaba inconsciente debido a un golpe en la cabeza y un joven estudiante con un corte en la pierna derecha. No podían luchar con ellos esperando detrás suyo, porque los pondría en riesgo agravando sus lesiones.

Una gota de sudor cayó por la frente de Lisa.

— No te desesperes. Piensa. — se dijo a si misma.

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora