Ese fin de semana no era lo que Todoroki esperaba. El ambiente estaba completamente tranquilo, a diferencia de él.
Todos estaban descansando y él era el único en la residencia. Se sentía solo y aburrido.
Suspiró cansado, y fue a la cocina por un par de galletas. Sin embargo, saciar su hambre no solucionó sus preocupaciones.
Se dirigió a la sala, pasando por el cuarto de Lisa, y recordó que ella tampoco había salido desde el día anterior.
Quiso tocar la puerta, pero se detuvo instantáneamente. Pensaba que no debía entrometerse en la guerra interna en la que ella luchaba diariamente; sabía que no debía interrumpir ese proceso, porque si lo hacía le quitaría la oportunidad de encontrarse a si misma. Y él no quería detenerla, ya que conocía la importancia de esa búsqueda.
Así que bajó el brazo y sus pies pasaron de largo.
Cuando llegó a la sala, recorrió el lugar como un niño curioso. Aún así, la sensación de intranquilidad se mantuvo en su pecho.
Salió al exterior de la residencia y caminó hacia un jardín de flores lilas cerca del edificio del primer año, donde las mariposas volaban con libertad en dirección a una extensa área llena de árboles.
Y entró con curiosidad, cruzando los grandes árboles que le brindaban sombra.
— Eso duele. — susurró una voz somnolienta.
Estaba tan distraído que no se fijó en el obstáculo frente a sus pies.
— Te conozco.
La figura de una persona delgada se levantó del suelo, y la luz iluminó el rostro del muchacho, haciendo que este se cubriera la vista.
— Yo también. — el chico de cabellos marrones bostezó, estirando sus extremidades adormecidas por el sueño. — Eres el que acaba de patearme.
— Noah. — recordó el nombre del joven frente a él. — No te vi, disculpa. Pero no deberías dormir aquí, podrías enfermarte.
— No pasará nada. — habló con seguridad, apoyando su espalda en el tronco de un árbol. — He dormido en lugares peores. — susurró sin que Todoroki pudiera escucharlo.
Se quedaron callados por unos segundos, observando el vuelo de las mariposas hasta que uno de ellos rompió el silencio.
— Oye, Todoroki.
— Dime.
— De verdad... agradezco lo que hiciste. — pronunció, refiriéndose a cuando Shouto lo cargó en su espalda al estar inconsciente, y también cuando lo fue a visitar en el hospital después del atentado en el campamento.
— Yo también debo agradecerte.
— ¿Por qué? No hice nada. Dejé que ese Nomu se llevara a Ragdoll. — le tembló la voz, al igual que sus manos. — Y ella no volverá a ser la misma... Por -
Todoroki lo detuvo para que no pronunciara esas dolorosas palabras.
— Deja de culparte, dejemos de culparnos. — habló con serenidad y el tono firme. — Eso no está, ni estuvo en nuestras manos.
— No es cierto.
— Aunque no lo sepas, salvaste a muchos compañeros. Ellos lo reconocen.
Noah abrió los ojos, asombrado por las declaraciones que Todoroki mencionaba.
— Protegiste a tus amigos del gas, y aunque estabas herido, lograste alejar al enemigo. Ayudaste a Lisa en el enfrentamiento con el villano de las cuchillas, y te sacrificaste para detenerlo. Así que deja de minimizar tus acciones.
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NEVER FORGET YOU
FanfictionHayami Lisa ha conocido la grandeza, y a probado el amargo sabor de la derrota. Ella ha escuchado los empalagosos halagos de sus aduladores, y a soportado el odio irracional de esas mismas personas que decían amarla. Hayami Lisa ha saboreado las d...