XLV

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— Somos iguales. Ambos fuimos olvidados por los héroes, nos dejaron en la intemperie y cuando llegó el momento...

Lisa apretaba sus puños al no saber lo que aquel villano trataba de decirle con esas palabras y mirada perturbadora.

— Antes me preguntaba porque Stain se detuvo a hablar contigo. — seguía hablando frente a ella, mientras se rascaba el cuello al recordar al criminal que tanto le molestaba. — Y descubrí algo muy interesante sobre ti.

La pelinegra frunció el ceño al verlo querer acercarse, y lo miró fijamente, deteniendo las intenciones del hombre.

— Es irónico. — rió, sentándose de golpe en la silla del bar. — ¡Una hija de villanos rescatada para convertirse en heroína!

No se lo creyó, ni tuvo la intención de confiar en las palabras que él pronunciaba para incitar el descontrol de su poder.

— Fue muy conveniente que la custodia de una niña huérfana pasara a manos de héroes.

Bakugou y Hayami intercambiaron miradas,  sabiendo que él no pararía de hablar hasta que ellos aceptaran unirse a la Liga de Villanos.

— Y ahora me pregunto, ¿Porque quieres ser heroína, Lisa-chan? — sonrió de forma desapercibida, estirando los brazos para dar mayor intensidad. — Desde un inicio te dijeron lo que tenías que hacer. "Irás a UA, y  serás una gran heroína" ¿Te recuerda algo?

Lisa cerró los ojos con fuerza, tratando de evadir los recuerdos que inconscientemente le traía esa frase.

En su memoria aparecía la imagen de ella misma junto a Shouto cuando eran niños, y frente a ellos, la temible figura de Todoroki Enji.

— Ya veo. — siguió analizándola desde su asiento, sonriendo de forma altanera al ver que iba destruyendo la piedra angular de la cordura de la joven de ojos verdosos.

Shigaraki Tomura encendió la televisión del bar, dejando ver la entrevista que le realizaban al director de la academia UA y a los dos profesores involucrados en el incidente.

La academia más prestigiosa de Japón se disculpaba por su negligencia para defender un área de aprendizaje, pero la tensión del ambiente en el que estaban los docentes traspasó la pantalla.

La sociedad no paraba de criticarlos.

— Que raro... ¿Porqué critican a los héroes? Todos cometen errores. ¿Se supone que deben ser perfectos? Los héroes de hoy son muy rectos, ¿No creen?

Las miradas atentas de los demás villanos aumentaron la presión que originaban las preguntas que hacía.

— Por eso peleamos, para preguntar, ¿Qué es un héroe? ¿Qué es la justicia? ¿La sociedad es justa? — el de cabellos celestes se levantó de su silla, avanzando ligeramente hacia los dos estudiantes secuestrados. — Pensamos ganar. A ustedes les gusta ganar, ¿No es así?

Parecía haber terminado con el largo sermón con el que trataba de persuadirlos.

Un largo silencio profundizó en el ambiente, hasta que nuevamente el líder decidió abrir la boca.

— Dabi, libera sus cadenas.

— ¿Estás loco? Van a pelear. — refutó el pelinegro con las manos en los bolsillos, pasando la orden a otro miembro de la organización.

Lisa esperaba que el enmascarado de personalidad variante, terminara de deshacerse de las ataduras que limitaban sus movimientos.

Y cuando acabó de liberar a ambos jóvenes, el choque de una explosión y el olor a quemado lo tumbaron al suelo sin remordimiento alguno.

El fuego de Lisa estaba disperso, ardiendo intensamente hasta llegar al rostro de Shigaraki Tomura.

— ¿Hija de villanos? — rió de forma sarcástica al ver que su ataque había cambiado la expresión de ese hombre. — Es lo más trillado que he oído.

— Te he escuchado todo este tiempo. — Bakugou creaba explosiones en la palma de su mano, mirando a todos de forma amenazante. — Si crees que vamos a unirnos, ¡mejor muérete!

Solo estaban ellos dos frente a varios criminales. Tenían que pensar claramente para salir de ese lugar.

«Piensa... » pronunciaba Lisa en su mente, planeando su siguiente movimiento.

Aquel hombre que controlaba las puertas de distorsión era el mayor problema.

Lisa y Bakugou debían atacar con todo lo que tenían e intentar salir por la puerta detrás de ellos.

Su única ventaja era que ellos no podían matarlos, ya que aún los querían dentro de la Liga.

Pero aquel plan no era objetivo, Lisa lo sabía, y también era consciente de que tenían que hacer algo rápidamente. 

— Hagan que duerman otra vez. — ordenó el hombre antes de recoger la mano que siempre llevaba sobre la cara.

Ellos no dejarían que los volvieran a encerrar. Ya habían perdido antes, no volverían a pasar lo mismo.

— Al diablo todo... — susurró la pelinegra apretando los dientes al sentirse frustrada, poniéndose en posición para atacar.

Pero en al mismo instante, alguien tocó la puerta, y de un estruendo, All Might entró atravesando la pared.

— Todo está bien. ¡Porqué ya estamos aquí!

Un suspiro de alivio llegó a Hayami y Bakugou al ver al héroe número uno frente a ellos.

— Perdón jóvenes. De seguro estaban asustados, pero ya están a salvo. — dijo All Might, sonriendo para calmar los temblores en los cuerpos de los estudiantes.

— ¡No lo estaba! ¡Ni un poco! — exclamaron  el rubio de ojos rubí y la pelinegra al mismo tiempo, tratando de esconder su temor.

Lisa anhelaba volver a casa, quería volver a ver a Shouto, a todos sus amigos, y a todas las personas que le hacían sentir feliz.

Quería creer que todo acabaría pronto y que regresarían a salvo, pero el peligro acechaba con sigilo, tratando de eliminar todo rastro de tranquilidad.

— Solo te están usando, Hayami Lisa. ¡Igual como usaron a Hideki Ren! — Shigaraki gritó con odio, tratando forzosamente de liberarse de las ataduras hechas por Kamui Woods. — ¡SEGUIRÁS EL CAMINO DE TU ANTIGUO TUTOR MUERTO!

All Might se posicionó frente a Lisa y Bakugou, protegiéndolos de cualquier otro atentado.

Ella no lo soportaba más, quería que se callara de una vez. Habían sido suficientes mentiras.

— Verdad, estoy equivocado... Hideki Ren está vivo, pero jamás lo rescataron. — rió a carcajadas, disfrutando y renegando a la vez. —  ¡Sus propios compañeros lo abandonaron, e incluso tú lo olvidaste!

«Acaba con él, no seas tonta»

— ¡Cállate!

Lisa fue detenida. Y guardó la compostura, sólo por que All Might se lo había pedido.

— Esto terminó, Shigaraki Tomura. — declaró el héroe, sin esperar lo peor.

El odio eclipsó la luz nocturna, alterando la  paz que reinaba en las ciudades. Y el final cada vez se alejaba de sus manos...

NEVER FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora