—Entiendo. Entonces además de no poder traer la inocencia de inmediato, no hay peligro inminente y ambos están a salvo. Es un alivio. — Kanda no necesitaba ver a Komui para saber que estaba emocionado por todo lo que le acababa de contar. — Y Allen ha logrado controlar de mejor manera su inocencia. Al menos no salió gravemente herida en el proceso. ¿Cuánto tiempo dices que permaneció inconsciente?
—No te lo dije. Pero ya que preguntas solo fue un día.
—Qué bueno, supongo que incluso en esas circunstancias no lograste ver ni percibir nada en ella ¿o me equivoco?
—No. Nada de nada.
—Al menos ahora sabemos que es alguna especie de habilidad gracias al akuma. —Por alguna extraña razón, Kanda no creía que eso fuera algo bueno. Pero Komui parecía opinar lo contrario. — Y tal parece que incluso ni ella sabe eso. Debe de haber otros factores que quedan por descubrir.
—Sea como sea. Incluso cuando tuvo ese... arranque de poder no percibí nada en ella.
—Con el tiempo puede que eso cambie. Por ahora será mejor que esperen a que la muñeca se rompa o algo así. Si no aparecen más akumas no veo por qué no habrían de hacerlo. Cuando eso pase regresen lo más pronto que puedan.
—Como sea.
Komui tenía la sospecha de que Kanda no le iba hacer caso, pero no estaba de más pedírselo.
—Bueno, entonces. Avísenme si pasa cualquier cosa. Y por favor, sé que no tengo que pedírtelo, pero de todos modos te lo recuerdo. No le digas nada sobre lo que te comenté.
Kanda resopló, por supuesto que no necesitaba pedírselo. No era que le interesara, pero...
—Bien.
—Suerte.
Y sin despedirse desconecto su golem del teléfono del buscador y se lo entregó. Este le miró con duda cuando se alejó de él para ir a buscar al brote de habas.
Luego de que colocara la inocencia en la muñeca de nuevo se desmayó y no despertó durante todo un día, mientras esta se arrastraba al moribundo hombre cerca de ella y empezaba a cantar sin descanso. Y llevaba tres días de esa manera.
No fue necesario que nadie dijera nada. La muñeca ya no era la misma de antes y no parecía que fuera a detenerse pronto. Cuando despertó, Allen se dedicó a mantenerse cerca de ellos con tal de que Kanda no tomara la inocencia en un arrebato. No que pensara hacerlo. No tenía las fuerzas suficientes ni las ganas de empezar una pelea con ella por eso. Entendió que no pensaba cambiar de opinión y como particularmente no le afectaba, la dejó ser.
Durante ese tiempo se dedicó a esperar que a que el sello se reparara para que su cuerpo también lo hiciera. Le había costado bastante y aun se sentía agotado. Estaba agradecido de que la ciudad estuviera desierta y con ellos solo estuviera el buscador, quien no se quedó mucho tiempo en el lugar y tuvo la gracia de ir a buscarles comida y agua.
Una ducha era imposible por el momento, pero al menos les había conseguido algunas cosas con las que asearse un poco.
Mientras esperaba a que el sello se regenerara medito un poco sobre todo lo que había pasado. Fue sumamente extraño. No le había preguntado nada al brote de habas, porque todavía no lograba entender del todo qué había pasado exactamente. Repaso la información que tenía de ella. Según le dijo Komui durante la llamada, había logrado activar su inocencia con aparente éxito y sin mayor complicación en el departamento científico.
No pudo materializar el fuego, pero le había dado la forma de dos hachas que en las palabras de Komui, se veían sumamente letales y asustaron a más de uno. Para ellos fue una buena señal. Durante la batalla no había visto casi nada de su pelea con el Akuma, pero este mencionó que le había sido difícil activarla y darle forma. Aquello no tenía sentido.
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Fidelium
AdventureKanda puede ver las emociones de la gente por medio de colores. Pero no puede ver las de Allen Walker, la nueva exorcista de la inocencia no registrada. --- Historia también disponible en mis cuentas de Ao3 y Fanfiction.net en ingles y español bajo...