Les habían ordenado volver a la orden inmediatamente.
Tal parecía que todos los exorcistas habían pasado por lo mismo durante las misiones que estuvieron activas durante esos dos días. Lo más lamentable, para la mayoría, era que durante ese evento había muerto una gran cantidad de buscadores.
Pero eso en realidad a Kanda le daba igual. A pesar de que Komui los felicito por haber sido los únicos que volvieron junto a los buscadores. Aunque él estaba seguro que por la única que se preocupaba era por la enana de pelo castaño. Los motivos eran simples, según Komui eso podía afectar el rendimiento del brote de habas en la Orden. Además, estaba seguro que quería evitar que le diera jaqueca.
Dejando eso de lado, circulaban rumores de que un general había muerto. Kevin Yeager. Según tenía entendido era el más viejo de los generales, y sospechaba que lo habían nombrado general por su edad y para que hubiera cinco y se les facilitara recordar el número. Pues no estaba seguro de que hubiera pasado el punto crítico. No lo sentía.
Los otros generales tenían un aura y energía particulares que hacía que fuera más fácil para Kanda distinguirlos. Destacaban de entre el montón y cuando estaba cerca de uno se sentía abrumado.
La sensación era única y no era algo que sintiera muy a menudo, porque por lo regular no estaban en la Orden. A pesar de que...
Detuvo sus pensamientos con un sobresalto y se incorporó en su cama abruptamente. Dándose cuenta que hasta hace poco, solamente había sentido esa clase de energía en un general, pero había alguien con quien la sensación era muy similar a la de estar cerca de uno. Pero... pero no, eso no tenía sentido.
No puede ser.
Tenía que haber un error. No podía ser completamente igual. Aunque era mejor comprobarlo por sí mismo. Por lo que saliendo de su habitación se dispuso a aclarar sus dudas.
Por suerte a esa hora de la noche no había absolutamente nadie por los pasillos y era menos abrumador caminar por el lugar. Al estar todo el mundo durmiendo facilitaba que pudiera concentrarse en lo que estaba buscando y no en los demás a su alrededor.
Así que solamente tenía que concentrarse en encontrar la habitación correcta. Pero cuando llegó a su destino se sorprendió un poco. No había nadie. Y estaba seguro de que no había nadie porque no sentía esa presión por la que había ido allí originalmente.
A pesar de que no estaba completamente seguro de lo que iba hacer si hubiera alguien al llegar.
Entonces la segunda opción... era ir a la otra habitación. De tan solo pensarlo se le revolvió el estómago y se sintió extrañamente furioso. No, definitivamente no iría allí. La frustración se acumuló en su interior y si se quedaba con esa sensación era seguro que no pegaría el ojo en toda la noche, y al día siguiente Marie lo podía regañar otra vez por su mal comportamiento.
Y eso tampoco lo iba a soportar.
Ni modo, iba a tener que expulsar ese malestar repentino blandiendo a Mugen un rato. Pensando en eso encaminó sus pasos a la sala de entrenamiento. Otra de las ventajas de deambular por la noche era que de igual forma el lugar iba a estar desierto. Y si lo pensaba bien era mejor que volver a intentar dormir.
Ya durante el día se encargaría de comprobar la perturbación de su paz. Era preferible a exponerse a algo desagradable yendo a esa otra habitación.
Durante su camino de repente se sintió un poco tonto por el hecho de que le abrumaran suposiciones de un momento a otro durante la noche. Sus pensamientos lo llevaron en cuestión de segundos a darse cuenta de algo que debería haber analizado desde hace mucho tiempo.
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Fidelium
AdventureKanda puede ver las emociones de la gente por medio de colores. Pero no puede ver las de Allen Walker, la nueva exorcista de la inocencia no registrada. --- Historia también disponible en mis cuentas de Ao3 y Fanfiction.net en ingles y español bajo...