48 - Capítulo Cuarenta y Ocho.

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¿Cuánto más debes sufrir?

No me di cuenta de que ser consciente de lo inevitable también te lastimaba.

¿Cuánto oculta tu sonrisa? Que, como la de ella, deslumbra a primera vista, pero a la vez, si miras con detenimiento, parte el alma.

Se supone que por eso estoy aquí, ¿no es así? Entonces, ¿por qué a pesar de los años, todavía me cuesta entenderlo?

Soy tu soporte.

Mas tus sombras y las de ella nos alejan a pesar de la cercanía. Y por más que nos esforcemos nosotros, las Anclas, en intentar entender y alcanzarlos, al final de cuentas no fuimos quienes cometimos el pecado que los puso a cargar la cruz que llevan. Por ello sólo nos queda observarlos, y si se nos permite, ayudarlos un poco.

Kanda Yuu tiene largo camino por delante.

Lo entrenaré bien por ella, pero, sobre todo, por ti, mi amado Gojo.


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Cabello blanco; ojos grises; una marca similar a la que portaba Allen en el lado derecho de su rostro; bastante alto y esa belleza tan particular que ahora se sabía caracterizaba a los Fidelium.

Ese hombre definitivamente era el maestro de Allen Walker.

No había dudas de que provenían del mismo Clan. Si compartían sangre o no, era la cuestión que ninguno de los presentes se atrevería a formular en voz alta si querían seguir viviendo.

Aunque a más de uno le resultó imposible el no pensar que parecía más su hermano que otra cosa.

Los generales intentaban discernir si había algún vínculo más allá del de alumna y maestro entre ellos. Sabían que probablemente Cross podría averiguarlo. Pero el pelirrojo no sé sentía capaz de tal cosa. Es más, ni siquiera se atrevía a moverse imprudentemente.

Y aprovechando que nadie se había movido todavía, Kanda se ubicó lo más rápido que pudo de Allen para comprobar que no estuviera herida. Tuvo el impulso de tomarla de los hombros debido a que la notó algo inestable, pero un presentimiento extraño en el fondo de su mente lo detuvo de hacerlo. Aun así, se quedó cerca de ella.

Ahí por fin pudo apreciar con claridad, que el dichoso maestro de la chica que le gustaba; a pesar de no haber dejado de mirar a quien supo era su enemigo, parecía estar pendiente de su alumna.

La chica en particular observaba al hombre con una maraña de sentimientos complicados en su rostro. Finalmente; pese al ambiente que los rodeaba e ignorar la burla sobre el haber "atrapado" a su presa, no pudo contenerse más.

Satoru anticipó lo que estaba por decir.

—¿Por qué? —no pudo evitar que su voz saliera ahogada, y lo dijo tan bajo que nadie más que Kanda y Gojo lo escucharon.

Y su maestro entendió a la perfección a qué "por qué" se refería.

Siendo honesto, Gojo no esperó que ver a su alumna en su estado actual le sería tan difícil... Es más, descubrir que había acertado en sus suposiciones lo dejó un tanto descolocado al notar lo rota que se encontraba sin su Ancla cerca de ella.

(Emilia era tan especial...)

{No es momento de pensar en eso}

{Ese tipo le hizo daño}

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2023 ⏰

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