32 - Capítulo Treinta y Dos.

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La Orden Oscura nunca se caracterizó por ser un lugar precisamente... calmado.

Era bullicioso la mayoría de los días, y cuando Komui hacia de las suyas era aún peor con sus Komurines. Se podría decir que siempre era un lugar en el que, si no había caos, al menos había algo de alboroto por ahí.

Pero en esos momentos, en los que la reunión de los supervisores se llevaba a cabo, el aturdimiento reinaba en esa sala.

Ninguno podía decir nada sin que una sensación aplastante de nervios les embargara.

Era perturbador pensar que existía alguien tan... poderoso.

Cross se sorprendió de que en la central supieran de la existencia de esa organización. Y por lo visto, les tenían la misma aversión que ahora se le hacía tan conocida.

Eso sin tomar en cuenta, que el relato del rubio que acompañaba a Lvellie estaba repleto de una sensación de temor muy profunda. Se notaba pese a que el hombre se esforzó por ocultarlo al contar los hechos.

Komui estaba pálido y el resto de los encargados no estaban mejor. Y ni hablar de Bookman.

Ahora incluso Bak Chan se cuestionaba si era seguro estar cerca de Allen Walker o no.

Sin embargo, había algo que oscilaba en la mente de todos. La cuestión quedaba en averiguar quién sería el valiente en preguntarlo. Aunque se sabía que solo había alguien presente que tendría el valor –o descaro- para hacerlo.

—¿Exactamente, por qué se le considera una "pérdida invaluable"? —el interés morboso no estaba fuera de la voz de Cross. A él le resultaba interesante averiguarlo.

Komui se movió incómodo ante la pregunta del general, pero no podía decir que no tuviera curiosidad también. Lvellie contestó sin alterarse demasiado.

—Eso está fuera de la jurisdicción de la Orden, general Cross Marian. —el hombre en realidad no tenía el conocimiento tampoco. A él no le concernía y no le apetecía averiguarlo. —Aquí lo importante es tomar en cuenta de que esas personas son... impredecibles. Así que debemos estar preparados, en caso de que Allen Walker aparezca y sus intenciones en esta guerra afecten a la central.

El director ocultó su disgusto ante tales palabras. Pues la traducción apareció en su mente de inmediato: estar preparados en caso de que Allen represente una amenaza a los intereses de los altos mandos.

Y con el pensamiento recordó algo de lo que le había dicho aquella mujer a Cross durante sus investigaciones. "El poder que creen tener tarde o temprano les será arrebatado". Si eso era así, sólo esperaba que no les llegara a afectar a la Orden y a los exorcistas también.

Esa inquietud, era un poco predominante pese a que existiera el temor ante la expectativa de lo que eran capaces los Fidelium. Lvellie se dio cuenta de ello y retomó la palabra, encarrilando la conversación a un terreno que sí podía manejar.

—Con esta información, quiero que todos se vuelvan conscientes de que con esa organización no hay que bajar la guardia. No sabemos lo que Allen Walker buscaba al unirse a la Orden. Y después de todo fue elegida por la Inocencia. Así que no podemos asegurar que pertenece a ellos y actuar en consecuencia.

» Por el momento sabemos que puede ser muy probable, pero sigue siendo una exorcista y su participación en esta guerra no se puede descartar tan simplemente; en especial después de que recientemente varios exorcistas fueron asesinados y uno se convirtió en un caído. Pero si regresa y se confirma que pertenece a esas personas, debemos estar pendientes de cada movimiento que haga.

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