5. Seguro

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Cuando Off finalmente terminó la sopa que estaba preparando, la sirvió en un plato y la llevó a la mesa. Se tomó su tiempo para admirar al dragón durmiente; que se veía hermoso incluso al dormir. Off no podía creer lo suertudo que era por tener a alguien como Gun como su pareja. Por supuesto, si el pequeño chico hubiera sido menos perfecto, o menos lindo, Off no lo habría amado menos. Habría sentido la misma admiración por él. Pero aun así, no podía apartar su mirada de la maravillosa vista frente a él.

Tenía que admitir que era la primera vez que veía a alguien tan hermoso. Gun tenía una pequeña y pacífica sonrisa en sus labios rosados y se veía sumamente tranquilo. Como si nada malo le hubiera pasado nunca. Aunque sin conocer su pasado, Off sabía que eso no era verdad. Gun había sufrido algo más que terrible.

Off suspiró suavemente, pero sonrió cuando la nariz de Gun se arrugó debido al olor de la comida, que por fin le había llegado. Lentamente, esos hermosos ojos cafés se abrieron, y el dragón observó a Off con una sonrisa adormilada en el rostro.

- ¿Ya es de mañana? –Preguntó somnoliento, tallándose los ojos adorablemente. Off no pudo evitar soltar una risita al verlo. No podía creer lo inocente que se veía Gun en ese momento.

- Todavía es de noche, pero preparé algo de comida para ti –El demonio dijo, sonriendo al ver al dragón darse cuenta del plato que estaba frente a él.

- Oh –Murmuró. Para el mayor, era obvio que el pequeño seguía medio dormido. Lentamente Gun comenzó a comer. Su nariz volvió a arrugarse cuando la primera cucharada entró en su boca–. Está algo salada... –Susurró, pero continuó comiendo.

No había probado una comida decente por mucho tiempo, así que incluso si la sopa no era tan buena, estaba agradecido con Off. Hace algunos años, él había decidido darle fruta, pan y carne cruda para hacer que el lado dragón de Gun apareciera. Por supuesto, ignoraba el hecho de que contrariamente a como los humanos creían en el pasado, los dragones no comían carne cruda. Bueno, tal vez cazaban algunas veces cuando estaban en su forma de dragón, pero eso no sucedía muy a menudo, ya que el sabor no era de su agrado.

Gun sintió un escalofrío al recordar al pobre conejo que una vez fue lanzado frente a él, junto a las crueles palabras de "¡mátalo!". Él no podía destruir a la pequeña y adorable criatura. Al final, el vampiro lo dejó ir, pero Gun sabía que le estaba mintiendo cuando le dijo que no lo había matado. En aquellos momentos lo que más deseaba Gun era ser lo suficientemente fuerte para hacerle frente a su captor.

Off, quien se había dado cuenta de que algo andaba mal con su pareja, tocó su hombro gentilmente, haciendo al pequeño volver a la realidad.

- ¿Estás bien? –Preguntó con calma, como si le estuviera hablando a un pequeño animal asustado.

Gun asintió mientras sus mejillas se volvían ligeramente rojas, y continuó comiendo. Off suspiró, detectando fácilmente el nerviosismo de su bebé después de su pequeña charla. Quería saber qué le había pasado. Quería encontrar a quien le había hecho eso y destruirlo.

Unos minutos después, Gun había terminado su comida. Empujó el plato lejos de él y le envió una pequeña pero agradecida sonrisa al demonio, quien le sonrió de regreso.

- ¿Puedo usar el teléfono ahora? –Gun rompió el silencio, su voz apenas audible. Ni siquiera estaba mirando a Off, estaba viendo el plato frente a él como si fuera algo realmente interesante.

- Por supuesto –Off dijo mientras ayudaba al dragón a ponerse de pie.

A pesar de que se había recuperado rápidamente, seguía siendo un poco inestable al estar parado, posiblemente por la pérdida de sangre. Lentamente caminaron hacia el sofá de la sala y se sentaron. Estaban muy cerca el uno del otro, algo que Gun agradecía en ese momento, porque no sabía cómo era que iba a llamar a su madre sin romperse completamente, y de alguna manera Off lo calmaba un poco.

El mayor le pasó un teléfono celular negro. Gun marcó el número rápidamente, rezando internamente porque su madre continuara teniendo el mismo número y que siguiera despierta a esa hora. Unos momentos después, por fin pudo escuchar la dulce pero adormilada voz que había extrañado tanto.

- ¿Hola? ¿Quién está llamando a esta hora? –La mujer contestó. Las lágrimas se amontonaron en los ojos de Gun y no pudo articular ninguna palabra– ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? –Podía escuchar el tono de voz de su madre volviéndose irritado, así que finalmente forzó aquellas palabras que por tanto tiempo había querido decir.

- Mamá... soy yo...

Después de eso, Off pudo escuchar la conversación de madre e hijo que parecían estar muy felices de por fin poder hablar. Era obvio que no se habían visto por un largo tiempo, y de alguna manera el que pudieran volver a hablarse llenaba el corazón de Off de un sentimiento cálido. La pequeña y tímida sonrisa en los labios de Gun era suficiente para hacer que su alguna vez congelado corazón se derritiera. Sonrió al escuchar la voz del menor subir de volumen mientras platicaba animadamente con su madre.

Sin embargo, su corazón se estrujó al alcanzar a escuchar a la mujer decir algo sobre la pareja del chico. Las imágenes que había creado en su mente de su futuro con Gun se destruyeron al instante. Debería haber sabido que una criatura tan hermosa como Gun ya había encontrado a su pareja, incluso si Off estaba completamente seguro de que había nacido para proteger al pequeño dragón. No tenía idea de cómo había podido cometer tal error y caer ante el menor si ellos no estaban destinados, además, nunca pudo imaginarse estando enamorado de alguien que no fuera su pareja.

Pero, en el momento en el que escuchó a Gun susurrar una negativa y después comenzar a sollozar, su corazón se llenó de esperanza nuevamente. De cualquier manera, no pudo evitar fruncir el ceño y acercar al pequeño más hacia él pasando uno de sus brazos sobre sus hombros, abrazándolo gentilmente pero dejando suficiente espacio para que pueda sostener el teléfono y continúe hablando con su madre.

Unos minutos después, la plática termino y ambos colgaron. El menor seguía en los brazos de Off, con lágrimas brillantes en sus hermosos y enrojecidos ojos.

- Shh, todo está bien –Off susurró, pasando la mano suavemente por su espalda.

Poco a poco, Gun apoyó su cabeza en el pecho del demonio y comenzó a llorar fuertemente. Algo le hacía saber que ahí, entre los brazos de Off, estaba seguro...

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora