47. Nervioso

52 17 0
                                    

Después de que Gun se puso un par de zapatos, bajó de nuevo con su pareja, quien estaba esperándolo recargado en la puerta de entrada.

Para Gun, se veía… sexy. No había otra palabra para describir al demonio, tenía una pequeña sonrisa en los labios y sus ojos oscuros se hundieron en los de Gun cuando lo vio regresar de su habitación. Se veía demasiado guapo y… hermoso, si es que se podía usar esa palabra para describir a un demonio de más de cien años de edad. Hubiera sido raro decir eso en voz alta, así que el menor decidió quedarse con la palabra “sexy” para describir a su pareja.

-          ¿En qué estás pensando, bebé dragón? –Off le sonrió mientras lo tomaba de la mano. Era obvio que Gun se había perdido un poco en sus pensamientos, mientras sus ojos mostraban algo de confusión y de admiración, aunque esta última siempre estaba presente en su mirada, mezclada con amor desbordante, cada vez que observaba a Off.

-          ¡En nada! –Dijo, y rio un poco. No sabía cómo podía estar pensando ese tipo de cosas en su gran día. Bueno, tal vez no era su gran día, pues no se estaba casando con Off (aún), pero seguía siendo una ocasión importante: una cita.

Pronto ambos estuvieron dentro del carro de Off. El mayor se aseguró de que Gun estuviera seguro y tuviera puesto el cinturón de seguridad. El dragón se quejó al inicio, pues ya no era un niño como para que el otro hombre tuviera que hacer esas cosas, podía hacerlo por sí mismo, pero Off lo calló con un beso, lo cual funcionó y lo dejó en silencio por un rato.

Una vez que el demonio comenzó a manejar Gun suspiró y se acomodó mejor en su asiento, sintiendo su corazón latir fuertemente. Era extraño por fin poder ir a una cita con su pareja, el único al que amaba más que a nada en el mundo. Claro que se sentía bien, pero… cuando había comenzado a salir con Lee y pensaba que estaban hechos el uno para el otro, realmente nunca esperó con mucha emoción sus citas. Por supuesto que se emocionaba un poco, pero jamás se había sentido tan nervioso como en ese momento. Ahí, sentado al lado de su verdadera pareja, su otra mitad… las palmas de sus manos estaban sudando. Sus ojos se movían frenéticamente por su cuerpo, observando su ropa y sintiendo pánico al pensar que tal vez no la había elegido bien, tal vez era un conjunto horrible que lo hacía ver gordo, o peor aún, repugnante. Pero también, su corazón se llenaba de un sentimiento cálido cada vez que miraba de reojo a su pareja.

Ese sentimiento era nuevo, aunque ambos ya se habían encontrado tantas veces antes, y era un poco incómodo. Pero al mismo tiempo era emocionante. Una nube de emociones mezcladas estaba ocupando su cabeza, volviendo su mente borrosa, pero también hacía que sus sentidos se agudizaran más. Podía escuchar como el corazón de Off también estaba un poco acelerado, podía oler su familiar aroma masculino. Podía ver cada pequeño detalle del rostro del demonio si sus ojos se atrevían a mirarlo por más de 5 segundos. De repente, Gun se dio cuenta de que podía ver las puntadas en su propia camisa y una pequeña mancha oscura en sus pantalones. No era demasiado visible, pero podía verla si ponía atención, y eso lo asustó. ¿Qué tal si Off se daba cuenta? ¿Qué tal si pensaba que Gun era una persona sucia y desordenada?

Off, al sentir que su bebé estaba preocupado y nervioso, puso su mano libre sobre la mano del pequeño, enviándole una dulce sonrisa. Ya sabía que Gun se calmaba un poco con su toque, lo cual lo hacía bastante feliz. Era capaz de tranquilizar a su pareja, eso realmente era un sentimiento inexplicable.

Y en realidad, también lo relajaba un poco a él. ¿Quién no estaría aunque sea un poco nervioso en un día tan importante? Esta era su primera cita de verdad, pues sus salidas a comprar no contaban como citas, o al menos no para Off, principalmente porque ir al cine sonaba más como una cita. Iban a hacer lo que otras parejas hacían sin salir lastimados o sin ser secuestrados. Gun parecía tener una tendencia a meterse en problemas, así que el demonio solo podía desear que todo saliera bien ese día.

Además, había muchas posibilidades de que fueran a encontrarse con hombres o mujeres sin pareja, que iban a mirar a Gun como si fuera un pedazo de carne. Aunque seguramente nadie se atrevería a acercarse al adorable dragón teniendo a un demonio como Off al lado, pero de todos modos, él no quería que nadie estuviera mirando a su bebé de esa manera. Él era el único que podía devorar la figura del menor con sus ojos, el único que podía tocarlo, besarlo, y el único que podía amarlo. Bueno, aparte de su familia y de sus amigos cercanos.

Bien, tal vez Off era un poco posesivo. Y algo protector también, pero dada la situación de Gun, pensaba que era entendible. De cualquier manera, el cine era una mejor idea que un restaurante donde tendrían que sentarse rodeados de miradas. O eso esperaba Off.

Sin embargo, una vez que llegaron al estacionamiento, comenzó a arrepentirse de su decisión. Si Gun no se hubiera visto tan adorable, lleno de emoción cuando divisó el centro comercial, Off hubiera manejado directo de regreso a casa y le hubiera hecho cosas que eran de todo menos inocentes. Así que el demonio se estacionó y suspiró, sabiendo que iba a ser una cita muy buena, pero también muy cansada.

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora