Off sonrió al ver los ojos de su compañero abrirse. El pequeño dragón había dormido durante unas tres horas, y por fin estaba despertando.
- Buenos días – Dijo mientras se tallaba los ojos, para después observar al mayor. Su cabeza aún estaba descansando sobre el pecho de su pareja, justo encima de su corazón. Podía escuchar el rítmico latido de ese corazón que tanto atesoraba, haciéndolo sentirse feliz.
- Buenos días bebé – Off respondió, acariciando el rostro de Gun –, aunque en realidad apenas está atardeciendo – Añadió, dejando un beso sobre la frente del menor.
- ¿Ah sí? – Gun se acurrucó de nuevo entre los brazos de Off – Vamos a dormir entonces – Murmuró suavemente, listo para volver a dormir.
Off soltó una risa, abrazando a Gun para acercarlo más a su cuerpo. En realidad él quería que el dragón comiera un poco, pues seguía estando muy delgado, pero al ver que ya estaba más dormido que despierto, decidió dejarlo descansar.
Gun se quedó profundamente dormido unos segundos después, con una pequeña sonrisa en el rostro. Off también se sentía cansado, y sabía que su pareja estaba seguro con él y que no tenía que preocuparse en ese momento, por lo cual dejó que el sueño le ganara.
…
Cuando el demonio despertó, Gun seguía dormido. Sus manos estaban hechas puño apretando la camisa de Off, y débiles quejidos salían de sus labios por momentos, murmurando que alguien lo salvara. Claramente estaba teniendo una pesadilla.
Off sabía que ese tipo de cosas iban a volver a atormentar al dragón una vez que dejara de tomar la poción, pero escuchar esos lamentos le rompían el alma.
- Estoy aquí amor – Susurró en el oído de su pareja, dejando un suave beso –, estoy contigo – Añadió, cuando la respuesta que obtuvo fue un leve sollozo con su nombre. Podía sentir las lágrimas del dragón humedecer su ropa. Continuó murmurando palabras dulces al oído de Gun hasta que éste finalmente se calmó y las lágrimas dejaron de salir de sus ojos.
Unos minutos después, el menor despertó, limpiando los restos de lágrimas en su cara.
- Perdón – Dijo al notar que la camisa de Off estaba humedecida.
- No te preocupes bebé. ¿Estás bien? – Preguntó, sentándose con el pequeño en sus brazos.
- Sí… – Gun contestó, sonriendo levemente – gracias – añadió, descansando su cabeza sobre el hombro de Off y abrazándose a él fuertemente.
El demonio se preguntaba continuamente si algún día su pareja podría ser más adorable. Reforzó el agarre de sus brazos alrededor del cuerpo de Gun y suspiró contento. Todavía era de noche, un poco pasadas las 12 am. Podía escuchar los latidos de los corazones de los padres del dragón en su habitación, y había un sonido más, pero era demasiado leve como para lograr distinguirlo. Aun así, estaba seguro de que no era nada malo.
- ¿Estás hambriento? – Preguntó, viendo como Gun asentía y se incorporaba un poco.
- Sí, vamos a comer – El dragón respondió animadamente. Se levantó y jaló del brazo a su pareja para que también se pusiera de pie, pero al dar un paso hacia atrás se tropezó y estuvo a punto de caer.
Off rio, después de asegurarse de que el pequeño estuviera bien. Gun sintió sus mejillas arder y desvió la mirada sintiéndose avergonzado, mientras nuevamente jalaba del brazo Off. No le gustaba lo torpe que podía llegar a ser a veces, especialmente cuando le pasaban esas cosas enfrente del demonio. Odiaba avergonzarse a sí mismo frente a su pareja. Muy en el fondo, en ocasiones seguía asustado de que el mayor lo dejara por alguien mucho mejor, aunque sabía que ese miedo era algo irracional. Off lo amaba, igual que él amaba al demonio.
Una vez que llegaron a la cocina, Gun caminó hacia el refrigerador y sacó dos envases de yogurt. No era mucho, pero tenía ganas de comer algo y no quería despertar a sus padres. Podía escuchar la tranquila respiración de ambos, algo que desde pequeño lo tranquilizaba.
Off tomó el yogurt que Gun le ofrecía y fue a buscar cucharas, pasándole una al menor. Momentos después, éste estaba casi engullendo su comida, con unas pequeñas gotas de yogurt asomando por la comisura de sus labios.
- Esto sabe bien – Dijo, mientras buscaba una servilleta.
El demonio comía lentamente, con los ojos fijos en su pequeño dragón. Era tan adorable, y a la vez tan… Off no sabía cómo decirlo sin sonar como un pervertido, pero es que Gun era simplemente demasiado sexy a sus ojos.
De nuevo le tomó un gran autocontrol no saltar encima del dragón y acorralarlo contra uno de los muebles de la cocina. Sabía que no debía pensar en cosas como esa, así que sacudiendo un poco su cabeza terminó de comer y tomó la mano de Gun. Ambos caminaron de regreso a la habitación, el menor sintiéndose cansado nuevamente.
Off sabía que su pareja necesitaba mucho descanso, así que no dijo nada cuando el pequeño cayó sobre su cama y se acurrucó, durmiéndose casi al instante. Ni siquiera esperó por el demonio, aunque Off podía entenderlo. Suspiró y se acostó al lado de Gun, acercándolo a su pecho. Una sonrisa de felicidad se formó en sus labios al sentir al menor acurrucarse más cerca y frotar su rostro en su camisa.
Una vez más, ambos se quedaron dormidos abrazándose. Incluso en los sueños de Off, Gun estaba ahí, feliz y riendo animadamente. Amaba soñar con su pareja.
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La Historia de un Dragón Roto -OffGun-
FantasyEn un mundo que es habitado por criaturas mágicas, todo puede pasar. Especialmente si la meta en la vida de cada persona es encontrar a su pareja, su amor... esa persona que significa más que nada para cada uno. Pero, también existen algunas almas d...