51. Más

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Gun dio un saltito al sentir la mano de su pareja acariciar su espalda gentilmente, como si su piel estuviera ardiendo al ser tocada por el mayor, a pesar de que lo estaba haciendo por encima de su playera. Después de un rato pudo sentir los dedos del demonio acariciar las cicatrices que quedaban en su piel, y fue entonces cuando se dio cuenta de que Off había metido la mano debajo de su ropa.


- Gunnie –Off susurró mientras se alejaba del pequeño y lo miraba a los ojos, respirando pesadamente–, de verdad no quiero forzarte ni obligarte a nada, pero... –el demonio no pudo guardarse lo que estaba diciendo. Podía sentir todo su autocontrol deslizándose fuera de su cuerpo al mirar a su pequeño dragón, quien se veía más que perfecto al observarlo con un poco de confusión mezclada con lujuria en los ojos– creo que ya no puedo... no puedo seguir aguantando...

- Entonces no lo hagas –Gun respondió de manera suave, casi inaudible, mientras se inclinaba para besar al mayor. Sus labios se moldeaban juntos a la perfección. Un pequeño suspiro se escapó de su boca al sentir al demonio morder gentilmente su labio inferior, causando que éste se separe del superior.


Y entonces, todo alrededor de ellos dejó de existir. Gun era simplemente Gun el dragón, no un alma torturada, y Off era un demonio que ansiaba tomar a su compañero, hacerlo suyo.


El menor gimoteó en el beso al sentir a Off juguetear con su lengua, mientras una de sus manos seguía debajo de su playera, tocándolo con delicadeza para no lastimarlo. Gun trató de ganar la pelea, inconscientemente inclinándose más y más hacia su pareja, mientras trataba de empujar la lengua del mayor. Aunque sus ojos estaban cerrados, Gun casi podía ver la sonrisa traviesa de Off al notar que sus intentos de ganar no estaban dando frutos. Después de otro intento más de dominar el beso, el pequeño se dio por vencido, dejando a Off explorar su boca completamente. Débiles gemidos se escapaban de sus labios, haciéndolo agradecer que eran silenciados un poco por la boca de su compañero. Gun se sentía avergonzado, seguramente sus mejillas estaban rojas, pero no podía evitar querer más y más hasta que lo único que estuviera en su cabeza fuera el nombre de su pareja. Aun así, seguía consciente de que estaban en su casa, en el sofá, haciendo cosas que solo los adultos podían hacer... él era un adulto, aunque fuera joven, y sabía que solo haría esas cosas con una sola persona en el mundo. Esa persona era su demonio, su pareja. Su Off.


Ambos se alejaron unos minutos después, respirando pesadamente mientras se observaban a los ojos, disfrutando del momento perfecto que acababan de tener, a pesar de que había sido solo un beso, algo que ya habían hecho antes.


- Llevemos esto a tu habitación -Off dijo lentamente, con una voz grave que le mandó un escalofrío de placer a Gun por toda su espalda. Él asintió con la cabeza, mientras un mechón de cabello caía sobre sus ojos.


El demonio soltó un gruñido mientras alejaba la barrera que le impedía ver la mirada de su pareja, para luego reclamar sus labios nuevamente. Comenzó a mover los suyos de manera lenta, casi molestando a su pequeño. La mano que antes había estado explorando la piel perfecta de su compañero ahora estaba descansando sobre su mejilla, al tiempo que un sentimiento de orgullo mezclado con amor emergía incontrolablemente de su alma al saber que el color rosado de las mejillas de Gun había sido causado por él.


Cuando el menor por fin se dio cuenta de que el demonio solo lo estaba molestando con ese suave y superficial beso, dejó salir un quejido para mostrar su insatisfacción y pasó su lengua sobre los labios de Off, deseando desesperadamente obtener acceso a la boca de éste.


La respuesta que obtuvo fue una pequeña risita mientras el mayor se alejaba de él, sonriendo al escuchar otro quejido de Gun.


- No hagas eso, papii –El dragón gimoteó, con ese inusual apodo saliendo de sus lindos labios de manera muy natural. El demonio quería tomarlo en ese lugar y en ese momento, pero sabía que antes tenía que llegar a la habitación del pequeño.

- No te preocupes bebé, ese no fue nuestro último beso de esta noche –Off casi ronroneó mientras una de sus manos comenzaba a moverse de arriba hacia abajo, lentamente, sobre uno de los muslos de Gun. Sin ningún problema se levantó del sofá, cargando al menor en sus brazos, sonriendo al sentir el bulto entre las piernas del dragón-. Tan adorable –dijo, riendo al notar la vergüenza de Gun al haber sido descubierto.

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora