29. Dolor

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Nuevamente Gun se quedó en silencio por algunos minutos. Cada vez se volvía más difícil para él el continuar hablando de lo que pasó, pues los recuerdos seguían frescos, y el solo pensar en eso lo hacía querer llorar. Y en realidad ya estaba llorando, lo cual detestaba, pero no sabía cómo detenerse. Y ahora, tampoco podía decir que no iba a terminar la historia. Sabía que Off le iba a decir que estaba bien si no podía continuar, conocía a su pareja, pero también sabía que si se detenía ahí, nunca más sería capaz de volver a hablar sobre ello.

-          Ya sabes, por algún tiempo pensé que sería capaz de enamorarme de él. Era realmente dulce, me llamaba Gunnie o incluso “amor”. Y parecía tan honesto… sentía que realmente se preocupaba por mí –El menor continuó, con la voz temblorosa y mordiendo su labio tan fuertemente que se sacó sangre.

Cuando Off captó el distintivo olor, se tensó por un momento, pero después comprendió lo que había sucedido. Volvió a reforzar su agarre en el dragón, para demostrarle que estaba con él.

-          Y… supongo que podría decir que la vida fue buena en esos… ¿dos años? Pero pronto me di cuenta de que yo no era capaz de amarlo. Traté de hacerlo, porque pensé que éramos pareja. Él me había dicho eso, y él hacía que mi corazón se acelerara. Aunque aún no sé por qué… –Un débil sollozo salió de los labios del menor, mientras se forzaba a continuar hablando. Sus lágrimas se habían detenido, pero sabía que eso no iba a durar. La mejor parte de la historia estaba por venir. Y Gun solo podía desear que Off se quedara con él. Se sentía aterrado de que el demonio lo dejara. Le habían pasado muchas cosas malas, pero él era el culpable de todo. Tal vez el vampiro lo había hecho, pero él era quien no se dio cuenta de las mentiras en sus palabras, de sus fríos abrazos. Gun se sentía como un idiota.

-          ¿Qué pasó después de eso? –Off preguntó después de que Gun no dijo nada por al menos tres minutos. El menor estaba aferrado a él, temblando entre sus brazos y al borde de las lágrimas. Off no estaba seguro de querer escuchar el resto de la historia, pero sabía que compartirlo haría sentir mejor al dragón. Por el momento, lo único que estaba en la mente del mayor era estar ahí para su pareja y reconfortarlo. Demostrarle que lo amaba más que a nada.
-          Y-yo… yo… –La voz de Gun volvió a quebrarse. No había pensado en eso por un largo tiempo. Siempre había tratado de olvidarlo, y durante esos años en aquella habitación había logrado olvidarlo de alguna manera– yo… casi lo hice con él… –susurró después de una pequeña pausa, con más lágrimas bajando por sus mejillas– al final no pasó, porque alguien lo llamó, pero… estuvimos tan cerca y… y si esa llamada no hubiera sucedido… –No terminó su oración, solamente siguió llorando.

Off se sintió sorprendido y a la vez aliviado. Aliviado porque al menos el vampiro no le hizo nada a su bebé, pero sorprendido de que Gun le hubiera contado incluso eso. También se sentía furioso, pero no con su pareja. Sabía que los vampiros eran maestros de la manipulación, y que Gun no era el culpable. Tal vez cayó en la trampa un poco fácil, pero en aquel tiempo apenas era un niño. No podía haberlo sabido.

-          Después de eso, traté… traté de volver a casa… pero ahí fue cuando todo cambió –la voz de Gun fue bajando de volumen lentamente. Se separó un poco del mayor y levantó la vista. Los ojos de Off estaban llenos de preocupación, y de amor. Al parecer el demonio todavía lo amaba. Si los recuerdos no estuvieran llenando su mente en ese momento, el dragón se hubiera quedado admirando el rostro de su pareja. Pero no, tenía que decirlo rápidamente o sino los recuerdos lo llevarían de nuevo a la inconsciencia. Casi podía sentir como lo llamaban, como le decían que cerrara sus ojos y se dejara caer en esos susurros, como le urgían volver a ver su pasado como si fuera una de esas películas tristes.

Off sabía que estaba siendo difícil para su pareja, pero sentía que no podía ayudarlo. Odiaba eso, pero lo único que podía hacer era sostenerlo y mostrarle que lo amaba. No sentía que fuera suficiente, pero no había otra cosa que pudiera hacer en el momento.

-          Yo… me levanté en medio de la noche y traté de escapar. Decidí que volvería con él después de aclarar mis sentimientos. Pero él se despertó y… me dijo… me dijo cosas horribles –Los débiles sollozos de Gun subieron de volumen, sus uñas estaban casi rasgando la tela de la camisa de Off, de tan fuerte que la estaba sosteniendo. Estaba temblando más, y para su pareja, se veía como si finalmente se hubiera roto. Ni siquiera el día en que su madre lo llamó, Gun se había sentido tan frágil y pequeño, casi como si hubiera perdido toda esperanza–. Él… me llevó a una habitación y me hizo daño… me dijo la verdad y cómo me había estado mintiendo. El dolor era insoportable… yo… yo quería morir –El dragón sollozó, su voz apenas audible, pues volvió a enterrar su rostro en el pecho de Off. Incluso la reconfortante esencia masculina del demonio no estaba siendo suficiente para calmarlo. Podía sentir el dolor en cada fibra de su cuerpo de nuevo… y estaba siendo demasiado.

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora