52. Increíble

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El demonio sonrió al juntar sus labios con los del menor nuevamente, acariciando sus pezones mientras con su otra mano jugueteaba con el resorte del pantalón del dragón. Lo deseaba demasiado, pero sabía que tenía que ir lento ya que era la primera vez de su pequeño… aunque en realidad también era la suya, pues nunca había ni siquiera imaginado el hacer esas cosas con alguien más que no fuera su pareja.


Sin embargo, parecía que Gun tenía otras intenciones, pues gimió dentro del beso y apretó el cuerpo de Off contra el suyo. El demonio abrió los ojos sorprendido al sentir como la parte de atrás de su playera era desgarrada. Luego el dragón se alejó y le sonrió traviesamente, mostrándole sus afiladas uñas.


- Qué ansioso –Off rio, quitándose el resto de su playera. Su sonrisa se hizo más grande al notar como su compañero observaba su pecho desnudo– ¿Te gusta lo que ves? –preguntó, causando que el pequeño dragón se sonrojara y desviara la mirada.

- Bueno, eres mi pareja... –susurró después de unos segundos, volviendo a mirar al demonio, esta vez a los ojos– te amo...


Off volvió a acercarse para besar a Gun, quitándole los pantalones al mismo tiempo. Gun jadeó, pero no le dio tiempo de hacer o decir nada más, pues Off regresó a darle atención a sus pezones, estrujándolos delicadamente. Su otra mano comenzó a acariciar uno de los muslos del menor, tomándose su tiempo para tocar la suave piel, aunque sin poder evitar hacer una mueca mentalmente cada vez que sentía una cicatriz. Le recordaban el sufrimiento que su bebé había tenido que pasar.


Lentamente se alejó de los labios de Gun para dirigirse a su cuello. Succionó la piel con gentileza, ganándose lindos y suaves gemidos de parte del dragón. Dejó un beso sobre la zona que acababa de succionar, sintiendo que el menor finalmente estaba listo. La verdad, quería seguir besando y tocando cada pequeña parte del cuerpo de Gun, pero la opresión dentro de sus pantalones que había logrado ignorar hasta ese momento lo estaba enloqueciendo. Necesitaba tomar a Gun.


Poco a poco llevó una de sus manos hasta la erección del menor, todavía cubierta por la ropa interior. Le dio un pequeño apretón, causando que el dragón llevara su cabeza hacia atrás, soltando un gemido.


- No juegues más... -susurró de repente, levantando la cabeza y observando al demonio con la mirada llena de deseo– por favor, Off...


El intenso color rojo que apareció en las mejillas de Gun solo lo hizo verse más apetecible para Off. Se veía tan inocente de esa manera, pero las palabras que acababan de salir de su boca habían sonado tan necesitadas, que el mayor no pudo evitar volver a capturar sus labios, mordiéndolos suavemente, mientras se deshacía de la ropa interior del pequeño.


- Bebé, te ves tan hermoso –dijo, observando a Gun finalmente desnudo debajo de él.


Las mejillas del dragón seguían rosadas, y los costados de su rostro ya estaban cubiertos de sudor. Su pecho subía y bajaba rápidamente, y dejaba salir el aire a través de sus labios entreabiertos. Off llevó una de sus manos hasta los labios del menor, acariciándolos, para luego introducir suavemente tres de sus dedos dentro de la boca del dragón. Éste lo miró confundido, pero no dijo nada e instintivamente comenzó a lamer y chupar. Off se sentía más que satisfecho con la vista que tenía frente a sus ojos.


- Terriblemente hermoso... –susurró- y mío -añadió, alejando sus dedos de la boca de Gun para luego separarle las piernas con gentileza. El menor lo observó a los ojos, con algo de miedo en la mirada, mientras inconscientemente trataba de cerrar las piernas–. Relájate amor –dijo, inclinándose para darle un beso en los labios.


Una de sus manos volvió a tomar el pene del dragón, mientras la otra comenzaba a acariciar lentamente alrededor de su entrada.


Gun se tensó un poco, pero no dijo nada. Sus instintos le decían que tenía que relajarse, disfrutar del toque de su pareja. Inhaló profundamente y se concentró en mantener en su mente que era Off quien lo estaba tocando. Su Off. Y de pronto, cuando el demonio le dio un pequeño apretón y luego empezó a subir y bajar su mano, Gun tuvo que cerrar los ojos mientras los gemidos comenzaban a salir de su boca.

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora