17. Roto

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Pasaron unos cuantos días desde la última vez que Gun había visto a Off, y eso lo tenía un poco triste. Solo quería estar cerca del demonio, pero al mismo tiempo, no quería. Sentía que no podía confiar en el sentimiento de anhelo que tenía cuando no estaba cerca del mayor. Tenía miedo de que el pasado se repitiera.

Pero de nuevo, no podía imaginar a Off haciéndole daño. Off era amable y dulce... al menos con él. No podía estar tan seguro ya que aún no lo conocía bien. Gun soltó un suspiro frustrado mientras se dejaba caer sobre su cama. Quería ver a Off tanto que le dolía. Y aun así no estaba seguro de que todo estuviera bien si lo hacía. Era tan confuso que le daban ganas de llorar. O mejor, llamar al demonio para verlo... eso parecía una mejor opción.

Sin embargo, Gun también estaba asustado por otra razón. Cada vez que se miraba al espejo, veía al chico pálido y roto con cicatrices visibles por todo el cuerpo e invisibles en el alma. Ese no era él. Y estaba asustado del "nuevo" Gun.

Tal vez todavía podía verse feliz y animado, pues esa era su naturaleza, pero en el fondo había cambiado, y ese cambio le daba miedo. ¿Qué pasaría si Off descubría cómo se veía su espalda? Seguramente no volvería a sonreírle nunca más. Las cicatrices, seguramente ya de color rosa, habían sido feas y rojas antes. Y cada una tenía una historia. Gun tenía miedo de que Off descubriera esas historias, seguramente estaría muy disgustado...

Gun no era estúpido. Después de algún tiempo de sentir el dolor de la separación en su pecho, se había dado cuenta de que estaba enlazado con Off. Ellos eran pareja. Pero la pareja de Off era un chico que no tenía cicatrices, un chico que era feliz y puro. Tal vez Gun podía olvidar temporalmente lo que había sucedido, pero el solo ver las cicatrices le recordaban que ese no era él. Era una persona completamente diferente.

Era fácil pensar que todo estaba bien, porque Gun todavía podía sonreír. Podía reír, si cerraba los ojos e imaginaba que su piel aún permanecía intacta, sin cicatrices... pero no era así, y eso lo asustaba. Off iba a odiarlo si se enteraba de que había vivido con otro hombre, lo había besado y tocado. Lo iba a odiar porque había sido lo suficientemente ingenuo como para creerle a un vampiro. Iba a odiar su cuerpo, porque era el cuerpo de alguien que había sido herido y torturado. Definitivamente Off iba a odiar a Gun.

Entonces, tal vez Gun ya no tenía tantas ganas de ver a Off. No quería sentir el dolor de la traición una vez más. Pero aun así no estaba seguro, porque al mismo tiempo, quería estar con el demonio. Quería que el mayor lo sostuviera y le susurrara cosas lindas al oído, quería que le dijera que todo iba a estar bien, sentir su amable y suave toque... pero no quería que se enterara de lo que había pasado. Gun prácticamente se había entregado a un extraño. Podía pretender que no había sido su culpa, que el vampiro lo había engañado, pero él tendría que haberse dado cuenta desde el inicio. Se sentía como un idiota. Y ese idiota ni siquiera merecía estar con su pareja real, porque había sido él quien había traicionado a Off primero. Aunque... tampoco estaba muy seguro de eso. Ya no estaba seguro de nada, se sentía perdido, y asustado. Muy asustado de todo lo que podría pasar.

Un quejido salió de sus labios, seguido de otro y otro más. Ya no podía retenerlo. El dolor en su pecho por estar lejos de su pareja y todas esas otras emociones eran demasiado para él.

Se quebró completamente, comenzando a llorar y a temblar, viéndose aún más pequeño al hacerse bolita sobre su cama. No podía retenerlo más. Era como si todo lo que había pasado en los siete años anteriores de repente hubiera querido salir al mismo tiempo. Solo quería rendirse, y al mismo tiempo no quería hacerlo. Ya no sabía qué era lo que quería.

Lentamente se levantó de la cama y se acercó a la puerta, arrastrando los pies. No se sentía lo suficientemente fuerte como para dar pasos normales. Buscó la llave de su puerta y cuando finalmente la encontró, la metió para cerrar con seguro su habitación. No quería que nadie entrara. Por supuesto que su padre podría romper la puerta si quisiera, pero Gun sabía que él y su madre respetaban su privacidad, lo suficiente como para no hacerlo.

Intentó regresar a su cama, pero apenas podía ver entre las lágrimas que llenaban sus ojos. Sus rodillas cedieron y Gun cayó al suelo, encogiéndose mientras lloraba. Quería que todo terminara de una vez, odiaba sentirse tan confundido. Odiaba al vampiro que había arruinado su vida, se odiaba él por haber dejado que aquel hombre la arruinara. Gun continuó llorando hasta que comenzó a sentir sueño, quedándose dormido después de un rato, con lágrimas todavía cayendo por sus mejillas.

...

Unas horas después, Gun despertó en completa oscuridad. Seguía acostado en el piso, su única compañía siendo un peluche. Lentamente se puso de pie y caminó hacia su cama, dejándose caer sobre ella. Su cabeza dolía y apenas podía abrir los ojos. Se sentía miserable y su corazón se sentía pesado. Cerró los ojos mientras débiles sollozos salían de sus labios, sintiendo como el sueño iba llegando nuevamente. Pero incluso en ese estado, un débil sonido dejó su boca: un llamado por su pareja.

- Off...

La Historia de un Dragón Roto -OffGun-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora