CAPITULO 9.

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CAPITULO 9.

Miércoles:

Para cuando me levanto ya no hay nadie más que yo en la cama, ¿Qué horas serán?

Cuando me estoy poniendo de pie entra Melania a la habitación de un portazo, con una olla en una mano y en la otra una cuchara de palo.

    -¿Pensabas levantarme con eso?

    -  Te intentamos levantar con Daniel más de siete veces, ¡hasta pensamos que estabas muerta!

    -Qué exagerados ¿de que me moriría?

    -No lo sé, tal vez porque no aceptas que están derritiendo tu corazón de hielo.

    -Claro que no y ya salte para bañarme y cambiarme.

    -En eso estoy de acuerdo, ayer nos dimos el gusto de no ir al instituto, hoy sí o sí tenemos que ir – avisa mientras sale de la habitación.

Es verdad y precisamente nos cambiamos de jornada de mañana a la tarde, por obvias razones.

Razones: - no llegamos tarde.
                  - podemos salir a beber más seguido sin tener que
                   despertarnos a las seis a.m.
                  - y porque era jornada con más pocas horas.

Me bañé, me cambié y baje a la cocina para encontrarme con dos bestias intentando apagar la alarma de humo.

    -¡QUE HICIERON! - exclamó gritando.

    -¿¡cómo se apaga esto!? – pregunta Daniel.

    -Se apaga de ese botoncito que está ahí - Señaló con mi dedo indicé-. es un modo de silencio, creo.

     -Ya escuchaste bizcocho, apágalo – ordena Melania.

     -Algunas veces las odio.

     -¿Qué intentaron hacer para que activarán eso? – pregunto irónica.

     -Como tú no tienes cafetera, pues pusimos a hervir agua en una olla pero nos distrajimos, se nos seco el agua y se quemo la olla – explica con mucha tranquilidad.

      -Me pagan la olla y ya vámonos – bufo.

Pedimos un Uber, ya que no cabemos los tres en la motocicleta.

llegamos al infierno.

-¿Hoy que vamos hacer bizcochos? - pregunta Daniel de espaldas.

-¿No puedes quedarte un solo día sin hacer nada? - respondo muy amableme.

-Uy, alguien no está de buen genio.

-¿Cómo adivinaste?

-Ya los dos calmensen, yo les escribo si se me ocurre algo por hacer – interviene Melania.

Daniel y yo solo asentimos con la cabeza y cada uno se va para su clase , yo voy tarde a la mía y precisó me tocó con la cucharona del colegio que dicta filosofía y no es que seamos mejores amigas.

-¿Puedo pasar? – tocó la puerta y asomó solo mi cabeza por el espacio abierto.

-Lindas horas de llegar señorita meori.

Odio ese apellido, ella lo sabe y por eso me dice así, prefiero brown que es el de mi madre.

-¿Puedo pasar y adelantarme?

-No.

-¿Disculpe, como que no?

-Como oyes, llegaste tarde huerfanita o hija de la cual se deshicieron sus progenitores – pregunta con un lápiz en su boca-. ¿la segunda suena más sofisticado y menos lastimoso, no?

Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora