CAPÍTULO 40.
- Que te calles la puta boca, ¡DIOS!- me desespera Jayden al ver que no se calla.
- ¿Por qué me callas? - me pregunta tranquilo y eso me exaspera más.
- Porque me están llamando- me tocó el puente de la nariz.
Y es un número desconocido, no contestaría, pero siempre tengo que contestar.
- ¿Quién es? – saludo al descolgar.
- Habla el doctor Gerard- se presenta.
- Ah, pa' saber- no me responde por unos segundos.
- Soy el doctor de su padre, es para informarle que el día de mañana su padre tendrá la operación de cáncer de páncreas.
- ¿y eso a mí que?
- Es que su nombre esta en la lista de emergencia del señor Ricardo meori.
- Bueno, que se te vaya la mano- me despido y hace un seco ¿ah? Sin entender.
- ¿cómo dijo?
- Qué se le vaya una mano- le repito y cuelgo.
Suspiro mirando al cielo y rogando porque al doctor se le vaya el pulso y lo mate.
- ¿quién era? – me pregunta Gates colocando una mano en mi rodilla.
- El doctor de Ricardo.
- ¿para lo de la operación?
- Si- expulsó todo el aire de mis pulmones.
Gates me acaricia la pierna y lo tomo como un gesto motivador.
Pasan los segundos y mis ojos siguen viendo los árboles, animales, faroles y casas en las que pasan sombras de personas. Siempre me he preguntado cuando veo a las personas si ellas son de ese 99% de personas que han pasado por algo horrible o las 1% de ese 100% faltante o sea las preferidas de Dios, las que no les ha tocado vivir ni comer mierda.
Desearía estar en ese 1% ya que ya viví la otra parte.
¿si mi progenitor se muere... Volvería a ser feliz y tranquila? ¿dejaría mi pasado triste enterrado donde pasó o me seguirá carcomiendo la mente?
Y me la pasó con todos esos pensamientos hasta llegar a la casa-mansión.
- No te pongas así- me saca de mi hipnotización Gates-. Siempre vas a poder contar conmigo.
- ¿Aún cuando lo nuestro acabe? – le pregunto mirándolo a los ojos.
- ¿Por qué piensas que se va a acabar?
- Todo lo que empieza se acaba y tú eres algo que el destino me ha prestado por un tiempo, luego te va a arrancar de mi lado mientras salda cuentas.
- ¿sabes que es para siempre? – que este idiota no ha escuchado lo que le acabo de decir.
Suspiro y sonrió.
- ¿todo o nada? – el sonríe ante mi respuesta.
- Exacto, nada- me da un beso en los labios-. Yo quiero ser tu nada, Alana.
Yo le doy la sonrisa más sincera que he podido llegar a sacar en muchos años excluyendo a Melania, Daniel, mi tía y la abuela Lola.
Creo que Jayden y Gates junto con los demás, llegaron en un momento perfecto, aunque no me puedo dar el lujo de encariñarme con ellos, algún día voy a volver junto a mi querida soledad. La misma que está esperando en un rincón de mi, esperando por verme de nuevo para tener la misma rutina monótona de mi vida y claro, sin una mínima sonrisa ligera.
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Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]
De Todo- ¿hiciste la ley de atracción? - si. - ¿Lo lograste? - También. - ¿Te funcionó? - Se fue todo al carajo. [Terminada] ©All Rigths Reserved