CAPÍTULO 35.

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CAPÍTULO 35.

No se como putas se juega esto, pero si Lucas salta de emoción es porque hicieron touch down y la verdad yo solo miro a Gates correr como un estúpido por todo el campo.

-Oigan, ¿ustedes no tienen más hambre? – les pregunto y todos me callan, qué genio.

Pues como nadie quiere comer, yo voy solita a pedirme otro perro caliente.

-Si, con todas las salsas que tenga- le digo al chico que me atiende.

Me doy la vuelta apoyándome en el estante de comida y me quedo analizando a las personas que pasan.

Pasan muchos niños llorando ¿Por qué traen niños a un evento como este? Que estrés sus lloriqueos.

-Aquí tiene- me pincha el hombro el mismo chico al que le pedí mi comida.

Le pago y me voy caminando a paso lento hacia donde están los demás.

Cuando voy bajando las escaleras un reflector con una luz bastante que yo diría demasiada blanca cae en mi cara haciendo que de la impresión tire mi perro caliente al suelo.

-Mi perro caliente hijos de puta- digo en voz alta y se oye en todo el campo.

Me tapo los ojos con mi brazo intentando ver otra cosa que no sea el final del túnel, pero no da resultados.

-¿ella es? – dice la misma voz que narraba el partido.

-No- responde otra voz y el que narraba el partido se disculpa y por fin quita el receptor de luz de mi rostro.

¡que bien! Ahora me toca ir por otro perro caliente.

En el lugar en el que aún estoy parada doy pequeños saltitos de rabia.

-Otro perro caliente, porfavor- le digo al mismo chico.

-¿¡Ya se comió el otro!? – me pregunta abriendo los ojos como platos.

-No sea sapo- ya no tengo paciencia.

Volteo los ojos cuando veo que el chico se ofende y se va a preparar mi perro caliente de mala manera.

-Espero no le hayas echado mocos- le digo cuando lo recibo con mi comida.

-Le eche semen- me responde y me río por lo bajo.

-Vamos a tener el mismo ADN por un tiempo entonces querido- le sonrió falsamente y me encaminó a mi lugar.

Esta vez no hay percances, pero al lado mío está Lucas con maya que se están succionando hasta el alma, así que prefiero ir mucho más cerca del campo y quedarme de pie.

-No ves que no hay más espacio- me dice un hombre que mide como dos metros.

Yo tranquila mientras muerdo mi perro caliente alzó mis vista para verlo y le saco el dedo del medio.

Él al decirme eso se salió un poco de su lugar, así que rápidamente le robe su sitio.

-Ahí iba yo- me dice a mis espaldas.

-Preguntame- le digo viéndolo por mi hombro.

-¿Qué pregunto? – todos caen en esa pregunta.

-Si me interesa saber que estabas aquí- sigo comiendo mientras mi vista se concentra en el número diecinueve del campo.

Me termino mi perro caliente y saco mi teléfono lo más rápido que puedo.

Pongo “video” en la cámara y grabó a Gates recibiendo el pase que le acaban de lanzar en cámara lenta.

Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora