CAPÍTULO 49.

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CAPÍTULO 49.

ALANA.

¿Qué pacto tendré que hacer con el diablo para que me gusten las mañanas?

¡VIDA DE MIERDA! Tengo la oreja como una salchicha y el parche del tatuaje está lleno de sangre.

Bajo al televisor y busco algo en Youtube que me dé soluciones para que me deje de doler tanto la oreja.

Primero me quito la oreja que quitarme la perforación.

Agua con sal, okay, ya lo tengo echó.

Se siente tan refrescante mover de arriba abajo la vara, que satisfacción.

Me meto a duchar con el más sumo cuidado que puedo de no moverme el arete, fallamos, pero aún tengo oreja.

Me pongo algo casual y salgo de mi casa.

¡tengo que hacer muchas cosas de las cuales creo que nunca en mi vida haría!

- Buenos días- saludo cuando llego al primer lado.

- Buenos días, Alana ¿verdad?

- Si.

- Un momento- hace algo en su computadora-. Sígame por aquí.

Grito del dolor, que hice para merecer esto.

- Terminamos- me avisa la señora.

- Al fin- me paro de la camilla y me visto.

Hago todo lo de pagar y eso y ahora me dirijo a mi otro lugar.

- ¿tiene canastas? – es lo primero que pregunto al entrar a un almacén.

- Si, claro.

Entro ahora sí por completo al lugar ya que estaba parada en el umbral de la puerta.

Me traen la canasta y elijo las cosas que quiero que estén ahí.

- ¿podría ponerle por favor una clase de encuesta en papel?

- Si, ¿Qué quiere que le ponga?

- Rojo o negro- sonrió.

Salgo de ahí hacia mi otro lugar.

- ¿tiene rosas negras?- le pregunto al señor.

- Si, reales también pero se marchitan muy rápido ya que son pintadas- me responde y le indico que me dé nueve reales y una falsa.

Las pone juntas en un ramo y ahora sí vuelvo a mi casa, todo esto si llevo un largo tiempo.

Llega Melania a maquillarme.

- ¿estás segura? – me pregunta y yo sonrió-. No es que no quiera, solo que no quiero que te lastimen, aunque sé que ese pedazo de estúpido es buen indigente.

- Tranquila, sabes que no lo haría si tuviera mal presentimiento.

Me maquilla muy lindo y me pongo un vestido azul pastel un poco ancho de la cintura para abajo con unos tacones algo playeros que tiene una tira para amarrar a lo largo de la pierna, aunque yo la amarró solo un poco dejándola más debajo de la rodilla.

- ¿Ya tienes la carta? - me pregunta Melania peinándome el cabello.

- Si, aunque no es una carta.

También ya tengo listo el papel en medio del ramo de rosas donde dice "mi cariño por ti acabará cuando se marchite la última rosa"

No he comido demasiado ya que también tengo una cena preparada en un restaurante nuevo que es temática de playa.

Apenas van a ser las cinco de la tarde, hoy me levanté muy temprano.

Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora