Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]

CAPÍTULO 29.

CAPITULO 29.

Como claramente un juego de solo dos personas es muy aburrido, pues invitamos a las otras bestias.

- ¿entonces si se le miden? – les pregunto cuando estamos en un círculo en el patio.

- A mí me llaman fuego, por qué me echan gasolina y me prendo más- dice Jayden y nosotros nos reímos aún sin entender gran parte de lo que sale de su boca.

- Pero Melania tiene más ventaja- reprocha Gates.

- ¿Por qué? – pregunta inocente Melania como si no supiera de que hablamos.

- Que tú vas a besar a hombres y mujeres- explico y ella hace una O con su boca.

- Elije uno de los dos bandos- asegura Jayden.

- No es mi culpa que ustedes no puedan probar los dos lados de la arepa- dice con suficiencia.

Cuando Melania dijo eso Daniel se removió en su puesto incómodo.

Muchas veces hemos hablado de este tema y nunca lo he visto así.

- Está bien, con hombres porque algunas mujeres no salen aún del clóset y es muy difícil convencerlas, además voy a aprovechar toda esa testosterona y heterosexualidad que hay en este lugar- dice rendida ya que todos nos quedamos mirándola.

- ¿y qué hay de premio? – nos pregunta Daniel.

Miro a Gates y no habíamos pensando eso, si es una competencia pues hay premio, ¿no?

- Lo sabrán después de que haya un ganador – digo feliz y para comenzar, nos bebemos cada uno el shot que traemos en mano.

>>Tres, dos, uno, vamos a hacer más anticuerpos hijos de su verga<<

Eso lo grito Jayden alzando sus manos luego de que tiró el vaso de su shot al césped.

En estos momentos solo me importa ganar, Gates propuso este juego así que se atenga a sus propias consecuencias.

Él también está jugando con su propio fuego.

Me voy corriendo hacia las escaleras y ya visualizo a mi primer objetivo, subo las escaleras y en los penúltimos escalones está un tipo Moreno, diría yo que no es de estados unidos.

Una vez tuve un amigo que era de Puerto Rico, vamos a confirmarlo por el acento.

- ¿me puedes ayudar en algo?

- Dímelo mami – me responde y definitivamente si es de Puerto Rico.

En ese momento le hable español, saque a relucir mis cinco años en España, que prácticamente ese idioma o sea el español, lo pulí en un país de puros gringos.

- Necesito que me des un beso- le soy franca y él se sorprende un poco, pero nunca dice que no.

El se agacha a dejar su cerveza en el suelo del escalón y cuando se está acercando ya listo para besarme...

Con esos deliciosos labios, dentadura perfecta, ojos verdes, piercing en la nariz, la verdad nadie se podría resistir a esas características.

Pero yo sí.

- Sabes que papi, para otro día- alejo mi rostro y le pido a mis pies que caminen.

El no entiende mi actitud, pero no dice absolutamente nada y sigue hablando con su amigo.

Si hubieran conocido a la Alana de hace siete meses atrás, se sorprenderían.

Lo ignore y aún no se porque.