CAPÍTULO 34.

9 1 0
                                    

CAPITULO 34.

- Levántate y resplandece- me canta al oído una voz que reconocería en cualquier lugar muy fácilmente.

- ¿Qué haces Gates? – le pregunto mientras le arrebató la cobija y me cubro con esta hasta la cabeza.

No se qué tienen estas personas en su cabeza, ¿quién se despierta tan temprano y de tan buen genio?

- Duérmete, es muy temprano- le digo adormecida.

- Son las diez de la mañana- me informa y no me importa.

- ¿y? Es muy temprano, quítate- con un movimiento de mi trasero lo tiró de la cama y cae al suelo.

Suelto una risilla evitando que el me pueda escuchar.

- Ahora sí te levantas puta- se me abalanza encima intentando quitarme la cobija y me hago un ovillo mientras nos reímos a carcajadas.

- Ya vas a ver puto- le aviso esta vez yo, me quito la cobija de mi cuerpo y me le abalanzó encima haciendo que ambos caigamos en el suelo.

Mientras que intentamos que la risa no nos gane en esta guerra, empezamos a mandar manotazos al aire.

- ¿¡porque no me puedes dejar dormir!? – le digo entre risas montándose encima de él y pegándole, el intenta también pegarme, pero no alcanza.

- Porque tenemos que ir al partido- dice también entre risas ahora tumbándome y el quedando encima de mí.

- Me. Vale. Verga. – le confieso y volvemos a reírnos fuerte.

Seguimos en nuestra lucha, definitivamente ninguno quiere perder.

- Chica no te estarán desbaratando- dice una tercera voz en la sala, Gates y yo volteamos sincronizados a la vez.

Jayden está parado en el umbral de la puerta con una mano en su cadera y en la otra una piña colada.

- Tú también cállate- le grito y por último antes de ponerme de pie le doy un buen golpe en el estómago a Gates.

- Debió doler novio- se ríe Jayden de Gates-. Bueno, en fin... Que vamos a ir a la piscina, Melania dijo que te pongas el putibaño.

Lo último que informa me hace reír.

- Ya vete idiota- Jayden se va sin rechistar.

- ¿Qué es el putibaño? – me pregunta curioso Gates.

- Un vestido de baño con el cual se me ve hasta el alma- le explicó y se recuesta en la cama como una ceja alzada.

- Deberías ponértelo, para que de esa manera si pueda lograr conocerte completa- el se ríe solo.

De veras que es muy bobo cuando quiere.

- ¿Joshua? – le pregunto porque lo quiero conocer un poco más.

- Se está preparando para ir a la piscina con nosotros.

Apenas me dijo eso, agarré mi toalla y salí corriendo a la ducha.

Me duché y ya me puse mi traje de baño, no me puse el putibaño.

- Vamos- le aviso a Gates que ya está igual de listo que yo y que me estaba esperando acostado en la cama.

- Eh, un momento- me quedo quieta y me fijo en el-. Vamos a una piscina, no a un retiro de monjas.

- Te puedes esperar a que lleguemos al agua- le digo impaciente y ahora sí ambos salimos.

Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora