Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]

CAPITULO 21.

CAPÍTULO 21.

¿porque demonios esa Barbie humana está aquí?

¿serán parientes?

Y yo que pensaba que está noche no podía ir peor.

- Jayden, ¿Qué hace ella aquí? – Jayden llega al lado nuestro aún en el umbral de la puerta.

- Mi mamá la invitó, ella cree que es la madre Teresa de Calcuta.

- ¿Y no la podemos meter en una bolsa de basura y sacarla sutilmente? – interrumpo y miro mis nudillos.

- Ojalá- Jayden resopla y Gates se toca el puente de la nariz.

- Mejor entremos- Jayden hace un gesto de que pasemos, pero la súper Adela se para en ella.

Yo estoy al lado izquierdo de la puerta así que no me ha visto aún, solo ve a Gates.

- Thomas, mucho gusto- saluda Adela a Gates.

¿Por qué le dice Thomas?

- ¿Thomas? - pregunta Gates y atrás de Adela Jayden hace un gesto de que se calle-. Oh sí claro, mucho gusto. 

- Pasa, ¿no trajiste a tu amiga? – dice con una sonrisa, pero se le borra apenas Gates me empuja contra el para que ella me vea.

- ¿¡ALANA!?

- ¡HAPPY BIRTHDAY! – saludo, pero creo que no dije lo correcto.

- ¿Qué haces aquí? ¿TU SABIAS JAYDEN STIVEN?

- Ella dijo que se llevan súper bien y ella me cae bien- sonríe como un bobo.

- Pasen- dice entre dientes y yo solo sonrió.

Miro a Gates por encima del hombro y se está riendo, debe estar gozando el momento.

Adultos responsables y la mierda.

Estando a punto de sentarme en una silla, Adela me agarra fuertemente de mi brazo, iba a protestar, pero no pude.

- Acompáñame a picar unos últimos tomates para la ensalada.

- No gracias, no se picar – miento solo para no ir con ella y Cristina se ríe ¡maldita lagartija!

- ¿no sabes llegar a tus clases y tampoco sabes picar?

- Sabe que, claro que se picar y si le cuento he estado en programas de cocina- miento, pero me vale un pepinito.

- ¿GANASTE? – pregunta Jayden con sus dos manos sosteniendo su rostro y una sonrisa de oreja a oreja.

- No, pero aprendí a picar – y con eso Adela me jala con ella hasta la cocina.

Huele delicioso, esa cerveza me dejó las tripas rugiendo.

- ¿QUÉ HACES AQUÍ? No estarás intentando meterte con mi beibi hijo Jayden- acusa mientras yo miro la estructura de esta casa.

- ¿y los tomates? – llevó mi dedo índice y le pincho su brazo.

- ¿puedes concentrarte?

- No me gusta tu hijo- hago una pausa para molestarla – o sabes que, si me gusta.

Casi se le salen los ojos de las órbitas y se empieza a echar aire, yo no contento la risa.

- Pero como amigos adela- aclaró de una vez por todas para que no hayan malentendidos y suelto una carcajada.

- ¿será que por hoy podemos tratarnos bien?

- No prometo nada por qué estoy bebidita.

- Solo no nos hablemos.