Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]

CAPITULO 41.

CAPÍTULO 41.

Que bonito día para tirarse por una ventana, pienso mientras me levanto de mi dulce camita.

Hoy es sábado y eso significa día de aseo, claro que sí.

Pongo mi música a todo volumen y agarró mi celular para escribirle un mensaje muy claro a Gates.

“Nos vemos en la noche en mi casa y ve preparando las palabras adecuadas para que me digas que es lo que tienes”

Presionó enviar y me pongo en mi trabajo.

Poner mi modo aleatorio en Spotify, es pasar de estar deprimido a escuchar rock, de rock a baladas y de baladas a perreo.

Tocan el timbre de mi casa y voy a abrir.

- ¿Lucas? – pregunto al abrir la puerta al verlo ahí paradote.

- Si, el mismo- entra como si nada.

- ¿para que vienes?

- Mi tía quiere llevarse a Gates de vuelta con ella- suelta y yo me quedo quieta.

Ahora ya se porque está tan raro.

- ¿soluciones? - pregunto siguiendo con lo mío.

- No lo sé, por eso vine, tu eres una cabecita macabra- se revuelve el pelo con los dedos-. No quiero que el se vaya.

Aww que bonito.

- Primero que todo, ¿Por qué quiere llevarse a gates? – interrumpo su respiración estresantemente agitada.

- Por ti, porque dice que como ahora está mejor ya es digno de volver a vivir bajo su techo.

¿señora, todo bien en casa?

- Ya tengo la solución- me agachó a limpiar el polvo de unos gavientes-. Solo hay que decirle que venga, pagarles a unas chicas para que le hagan show a Gates en su casa y ya.

- No entiendo- tenía que ser de apellido Gates y amigo de Jayden.

- La mamá lo va a ver en medio de tantan chicas y supuestamente ebrio, lo va a volver a dejar acá porque el cambio fue falso.

- ¡Dios! Eres la mujer más bella e inteligente de este miserable mundo- me intenta besar pero lo apartó mandandole el trapo que le cae en la cara.

- Lejos Lucas, lejos- me voy a la cocina y cuando vuelvo lo veo aún ahí parado.

¿Qué no tiene más cosas que hacer?

- ¿qué? – pregunto sin ánimos.

- Mi tía viene mañana- no me jodan la puta existencia miserable que mantengo día a día.

- Yo consigo a las chicas y tú armas una de esas fiestas exóticas que haces- le ordenó y se va a hacer su tarea.

Agarro de nuevo mi teléfono y mando un mensaje a un putigrupo que tengo desde hace mucho tiempo, sé que no me van a fallar.

Y abro el chat de Gates y le escribo “ya no hace falta que me digas, mejor ve preparando tu actuación como ebrio que está apunto de sacarse el pito al aire”

Sigo con lo mío pensando cómo va a pasar todo y teniendo en cuenta un plan b.

Si algún día este imbécil me llega a fallar, al menos le romperé la nariz.

Cómo es que mi vida pasó de no hacer nada, no recordar mis días a ser todo lo que soy ahora, planeando cosas para salvarle el culo a otro, ¿o me lo estoy salvando a mi?