Capítulo 42.

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CAPÍTULO 42.

- Supongo que hoy me quedaré a dormir contigo- hablo para mí, pero con la intención de que el hombre que está tragando como bestia me escuche.

- ¿acaso hacía falta decirlo? – habla con la boca llena y hago una mueca de disgusto.

Las cosa que más me da asco en todo el mundo es ver la comida masticada.

- Y podríamos hacer cositas +18- toma de su bebida.

- Las que hacemos se pueden considerar +21 pervertido de mierda- me meto un buen pedazo de mi comida a la boca fingiendo que eso me disgusta.

El se ríe y me mira con esa mirada que ya se lo que se viene así que cambió el tema.

- Dame una prueba de cómo vas a actuar mañana - ordenó.

- Madre, quiero ser prostituto y venderme en cuerpo e alma al diablo- hace cara de embriagado mientras enreda su lengua.

- Con eso más que bastará.

Mientras yo como, él no pierde de vista ninguno de mis movimientos hasta tal punto que me pone nerviosa.

¡yo Alana Brawn, nerviosa por un chico! El definitivamente le echo algo a mi bebida.

En estos últimos días me he dado cuenta de pequeños detalles, como por ejemplo que su lado pervertido me gusta mucho más, que esas miradas como las de ahora son mucho más compatibles conmigo y que ya dejó de ser ese tierno Gates que conocí.

- ¿qué piensas? – dejo la comida de lado y me colocó en la misma posición de él manteniendo la mirada de la misma manera.

- En todas las formas de ponerte- sonríe de medio lado y yo le sigo el juego-. Pero de ponerte a hacer ejercicio.

- ¿Cómo? – que ha pasado aquí.

- Estás un poco gorda- me molesta con la frase de la chica, de la película que acabamos de ver.

- Gorda la tenía el otro- me pongo a correr cuando lo veo a él venirse contra mi.

Salgo corriendo por toda la casa a la vez que me río como loca.

- Ven te digo quién la tiene gorda- me grita y yo sigo corriendo.

- Quieto ahí macho- freno cuando llegamos a la mesa y el está en un extremo y yo en el otro- ¿a que esa no te la esperabas putito?

Salgo a correr otra vez, pero ahora no tan rápido porque me derriba cuando pasamos junto al sofá.

Yo estaba corriendo tranquilamente y el desde lejos se lanzo hacia mi.

- ¿Sabias que las cosas se solucionan con la paz? – digo en un susurro ahogado por la falta de aire.

Esta condición física afecta mucho.

- En los tiempos pasados era con sangre- me lame el lóbulo de mi oreja bajando por todo mi cuello.

- Yo ya no tengo tanta de la mucho que he botado- sonrió inocentemente y baja los tirantes de mi blusa-. Traigo los de hello Kitty.

- He creado algunas fantasías con chicas que traen tanga de hello kitie- me agarra de la parte de atrás de mi cabello tirando hacia atrás dejando mi cuello expuesto.

Mordisquea lo que puede, no se porque le he dado tantas vueltas al asunto como niñata.

Agarro su rostro y lo beso sin ninguna pisca de empatía, luego de un rato siento un sabor de hierro en mi boca, verifico si es mío. Pero no, es de Gates que sin darse cuenta dejó un buen rastro de besos con huellas en sangre.

Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora