CAPITULO 17.
Me desperté en un lugar sin acordarme de nada, lo último que recuerdo es cuando le dije a Gates que nuestro beso fue un simple desliz y que definitivamente para mí fue eso, o al menos eso quiero creer.
Abro mis ojos de par en par cuando veo un techo blanco, olor a muerto y ese sonido tan respectivo de un ¿monitor?
¡de nuevo en un maldito hospital!
En menos de un segundo me transportó a las golpizas, insultos, los golpes que me propinaba mi padre sin parar y todo lo que tuve que soportar después de ese día.
Como si estuviera de nuevo en ese momento, mi presión empieza a elevarse y las enfermas entran a la habitación.
- ¿Qué me pasó? – le pregunto a una chica enfermera que trata de tocarme.
- La drogaron y casi la secuestran – explica y todos los recuerdos de los últimos momentos de la noche, llegan a mi cabeza.
Yo yendo al baño, hacer pipí, Luis detrás de mí con un brazo enyesado, su mirada psicópata, Gates socorriéndome y llamando a la policía.
¡LUIS LA VA A PAGAR CARO!
- ¿¡DONDE ESTA GATES!? – pregunto asustada de que Luis le pudiera haber hecho algo.
- Tranquilice, ¿el chico que viene con otro chico bonito? – vaya enfermera que me conseguí, espero que se esté refiriendo a otro tipo y no a Gates.
- No sé quién es el chico bonito solo quiero saber de ¡DRACO GATES! – insisto ya exaltada.
- Lo voy a buscar después de que su mamá hablé con usted- explica y es como si me dispararán en el corazón ¡preferiría eso!
- ¡NO LA QUIERO AQUÍ! ¡QUE SE LARGUÉ! – grito con una voz tan desgarradora que yo misma me tendría lástima.
La vista se me nubla, la garganta me quema, todo el cuerpo me está ardiendo junto con el sabor salado que pasa por mis labios.
- ¡señorita cálmese, por favor! – pide la enfermera que en medio del alboroto, logro ver en su tarjeta de presentación que se llama Karen.
- ¡CÁLMESE USTED KAREN!
¡CÓDIGO AZÚL!
Es lo último que logro escuchar antes de sentir un pinchazo en mi brazo y ver todo negro.
- Amorcito, por favor despierta – escucho en medio de mi sueño.
Abro los ojos muy lento y cuando la veo me remuevo en medio de las sábanas pálidas, su cara, sus ojos y su boca. La misma que me dijo aquella vez que todo de lo que acusaba a mi padre era mentira y que yo era una maldita bastarda.
- ¡LÁRGATE! – grito lo más que puedo es su cara mientras oprimo como loca el pequeño botón rojo que está en mis dedos para que las enfermeras vengan.
- Cálmate, no voy hacerte nada – me calma pero es un intento inútil ya que aún con todo y las agujas en mi brazo, le doy una cachetada por todo y por nada.
- ¿por qué? – pregunta en medio de sollozos sosteniéndose su mejilla.
- ¿¡En verdad quieres saberlo!?- Hago una pausa y como no tengo respuesta por su parte, continuó-. Y si empezamos cuando ¡NUNCA ME CREÍSTE QUE MI PADRE, MI PROPIO PADRE, CASI ME MATA! Que tú nunca me creíste y lo preferiste a el sobre todo y todos.
- Eso no fue así, no digas cosas de las que te puedes arrepentir – advierte intentado agarrar mi rostro, pero la apartó.
- Pues créeme que nunca me voy arrepentir de irme de tu lado, de no saber nada de ti por más de tres años y te puedo asegurar que gracias a toda esa mierda, soy quien soy, con lo poco de fuerzas que me quedan te voy a decir algo ¡TE ODIO!
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Lo Que El Destino Quiera. [TERMINADA]
Acak- ¿hiciste la ley de atracción? - si. - ¿Lo lograste? - También. - ¿Te funcionó? - Se fue todo al carajo. [Terminada] ©All Rigths Reserved