Acuerdos

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Daphne miraba con disgusto a su hermana, quien iba de luto desde hacía ya semanas. El negro fúnebre lucía tan feo en ella, en especial con esa expresión triste en el rostro, su voz dulce de aria llena de tristeza...

-Con lo encantadora que es tu voz, ¿Por qué te esfuerzas para sonar como alma en pena? - Astoria se sobresaltó. No había visto a Daphne entrar a la habitación.

- ¿A dónde fuiste, si puedo saber? - preguntó la castaña con educación, cerrando el piano de cola que usaba para vocalizar.

-A la Mansión Malfoy-la rubia rio suavemente al ver la expresión sorprendida de su hermanita, sus ojos tan curiosos como los de un gato-. Aunque fue inútil. El principito se negó a salir a decirnos hola....

-... ¿Decirnos?

-La idea fue de Nott. "Draco lleva casi un mes sin salir", dijo. "Puede que necesite algo", dijo. Y no sé cómo, pero con eso nos convenció a mí, a Zabini y a Parkinson. Si uno de ellos iba más bien a ver como estaba para reírse, lo ignoro. Tienen un sentido del humor un tanto cruel, ¿Sabes? Draco, en su lugar, hubiera sido de esos...

-Que lindos- ironizó Astoria, haciéndola reír más-. Entonces, ¿No lo vieron?

- ¡No! Solo a Narcissa. Y esa mujer me odia, así que mejor me fui. Mi intención era...- lo pensó por un rato, antes de reconocer-...no sé cuál era... ¡Pero no era incomodar!

-Querías ver como estaba un amigo de la niñez, apoyarlo. No te vas a morir por reconocerlo, hermanita...-se burló Astoria. Jamás entendió la manía de su hermana de disfrazar sus actos de bondad de egoísmo. Si bien la bondad no debía presumirse, tampoco creía que era motivo para avergonzarse.

-...Pues de nada sirvió...A veces olvido que "El príncipe de Slytherin" también era "El Rey del Drama" ...y uno muy grosero, si puedo agregar. Al menos a mí me enseñaron que a las visitas se les recibe con buena cara...

-...No lo culpo. En su lugar, yo tampoco tendría ánimos de recibir a nadie, o de poner buena cara para alguien. Incluso si ese alguien tenía la mejor intención...-dijo algo decaída. Exilados...la mera idea de perder su magia la asqueaba. Y para ellos no era una idea, era una realidad...

- ¡Ni siquiera lo conoces! No finjas que te preocupa...- se quejó Daphne. Odiaba la facilidad que tenía su hermana de acongojarse con situaciones ajenas. Le parecía improductivo y tonto, por decir lo mínimo.

-...Se llama empatía, Daphne, y claro que la siento. No necesito conocerlo para sentirla. Y deberías sentirla tú, que en cualquier momento el Wizengamot podría declarar culpable a nuestros padres y terminar en un castigo igual, si no es que peor...

-Primero que nada: el Wizengamot no va a encontrarlos culpables de nada porque no les conviene. Padre hizo muy poco por la causa de Él, y ha hecho mucho por el Ministerio como para saldar su deuda con la ley. Padre ni siquiera tocó a un impuro, ¡Menos realizó todas esas atrocidades que Lestrange y el Señor Parkinson cometían!

-...No hacer nada pudiendo hacerlo también es ser culpable, Daphne. Pero por el bien de papá, espero que tengas razón. Eso no salva a mamá, de todos modos...

-...Madre solo atacó una vez, y fue con la varita del Señor Malfoy. Un muerto más en su lista de asesinatos no hará diferencia en el juicio de Lucius Malfoy, pero si salvará a Madre de la cárcel. Además, ¿Les conviene encerrar a la mujer de uno de los mayores inversores para el Ministerio? ¡No! Para bien o para mal, los únicos que caerán y duro son los de hasta arriba. Los Greengrass siempre hemos estado en medio, no nos movemos...

- ¿En medio?

-De la pirámide- dijo como si fuera una obviedad. Astoria se sintió tonta, pero pidió más explicación, haciéndola entornar los ojos-. Black, Malfoy, Parkinson y Nott. Las cuatro familias más poderosas, van a caer hasta el fondo... ¡Los Black ya ni existen! Los Malfoy ya no serán magos, los Parkinson perderán todo prestigio y dinero, y los Nott caerán presos y pobres de igual modo. Los relegados por traidores: Weasleys, Potters, Longbottoms- el asco al pronunciar esos nombres era evidente incluso tras su semblante y voz fría-...ellos estarán en la cima dentro de unos años, si no es que ya lo están...

19 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora