Dudas

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Ginny sonrió mientras el pequeño Pigwidgeon se dirigía hacia ella, volando torpemente a través del Gran Comedor y aterrizando a duras penas en su regazo, claramente cansado. Aunque desordenado y sin gracia, Ginny siempre había encontrado adorable a la "lechuza" en miniatura de Ron, por lo que no dudó en acariciarlo mientras le agradecía por las cartas.

-Ron te trata injustamente, ¿no? Mi pobre Pig, tienes mucho frío- comentó Ginny en tono dulce, riendo por los chillidos celosos de Arnold quien, como siempre que podía, descansaba tranquilamente en el hombro de su dueña, llamando la atención donde quiera que fueran-. Esta es para ti, Herm. Parece que Ronnie se tomó el tiempo de escribirme esta vez- comentó Ginny, algo sorprendida. Hermione sonrió al ver a la pequeña lechuza en brazos de la pelirroja, contenta de recibir la carta.

- ¡Claro que lo hizo! Eres su hermanita, Gin.

-Sí: me da por sentado, y yo también. Ahora me siento mal por no haberle escrito.

-Bueno, tendrás que responder la carta: eso será suficiente- respondió Hermione amablemente mientras se servía el desayuno. Tanto Ron como Harry le habían escrito, y aunque Harry lo hacía con frecuencia, sintió algo extraño con las cartas: ¿estarían relacionadas? -. Si tienes tanta curiosidad, solo ábrelas: ¡son tuyas!

-Lo haré más tarde- decidió mientras las guardaba en su mochila, queriendo estar sola mientras las leía: no quería reaccionar en público en caso de que fuera algo no bueno.

El día pasó lento y tranquilo, con la mente de Ginny distraída en cuál sería el contenido de las cartas: por algún motivo nadie quiso dejarla sola durante la mañana y tarde, de modo que no fue hasta la noche, ya oculta tras los doseles de su cama, que por fin pudo abrir los sobres. Decidió leer primero la de su hermano, temiendo que fuera algún asunto familiar grave...



Querida enana.

No sé cómo empezar esto, así que seré directo: Harry ya me contó sobre su compromiso, ¡felicidades! Estoy, de hecho, sorprendentemente feliz por ti.

Estoy seguro de que, después del susto, todos los demás en la familia también lo estarán, en especial mamá: ella ya ve a Harry como un hijo, y si te casas con él lo oficializarías. Dicho esto, no creo que sea oportuno guardarlo como secreto por mucho más: valoro la intención de comentarlo en persona, y aprecio el que no lo hayan mencionado mientras lidiábamos con todo el asunto de los Granger, sin embargo, y dado a que Harry mencionó que su intención es casarse en verano, no creo que sea prudente esperar mucho más... ¡Las bodas normalmente tardan en organizarse, y no quiero el estrés de otra boda exprés como la de Bill y Fleur! Con mamá gritándonos por todo, y mil cosas por hacer todos los días, ¡fue horrible, y lo sabes!

Dudo que ustedes quieran lo mismo... ¡y no lo vayas a tomar como una invitación a fugarse, que tampoco es la solución! Si la guerra no nos frenó de tener bodas como la vida manda, qué lo hará las prisas.

En fin, que me alegro por ambos, y cualquier cosa que necesites, cuenta conmigo.

Tu hermano, Ron

P.D: ¿Hermione sabía? Solo por saber: ella suele enterarse de tus dramas antes que yo, y ahora que lo recuerdo, hubo algunas veces que parecía haber estado ocultando algo. Espero que sea lo del compromiso.



La sonrisa de Ginny era imborrable mientras leía la tierna misiva, contenta de imaginar a su hermano escribiéndola: con lo torpe que era al expresar su sentir, le sorprendía lo genuinamente adorable que había sonado a través de las palabras en tinta: era una faceta extraña en Ron, una que no veía en él desde que eran niños y no se avergonzaba de ser un hermano tierno con su hermana menor, su mejor compañera de juegos y primera amiga...

19 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora