19 años después

Aprender del pasado y mejorar

-Ya puedo imaginarlos siendo buenos amigos- le dijo Ginny a Katie mientras veían a Harry y Wood con sus respectivos niños. Ambos bebés se miraron con curiosidad mientras sus padres hablaban del lento, pero seguro, regreso de los grandes partidos de Quidditch a nivel regional-. Y no te preocupes por lo de la ropita, los bebés jamás deberían vestir de luto. Oliver se ve encantador, ¿cuántos meses tiene?

-Ocho meses. Una parte de mi siente que el tiempo ha volado, pero francamente agradezco que ya no dependa tanto de mí: no soy la madre más maternal, no extrañaré la etapa de lactante- Ginny solo asintió: no tenía idea de lo que era ser madre primeriza, por lo que jamás la juzgaría por quejarse-. Y aunque nuestros horarios son algo complicados, no podíamos faltar hoy: ya conoció a Fred- suspiró.

Ginny hizo todo lo posible por no llorar ante la mención de su hermano y asintió levemente. En general, su primer Día de los Caídos no había sido tan terrible como pensó que sería: George casi parecía estable, sobrellevando la situación mejor que en su cumpleaños, según la preocupada carta de Ron al respecto. "La carta de Ron a Hermione: si fuera por él, no tendría idea", recordó con amargura. De no ser por la solemnidad del día y su consideración por los nervios de sus padres, le hubiera reclamado...

-Es un anillo precioso- elogió al notar el diamante marquesa brillar con el sol-. ¿Cuándo es la boda?

-A mediados de agosto, si todo sale como lo planeamos. Es la primera vez que lo uso correctamente.

-Con razón no lo noté antes. Y no te culpo: el primer reportero que lo vea no dudará en publicarlo...

-...No era un secreto en sí, pero el mundo no tenía por qué enterarse antes que mi familia, ¿verdad? - Andrómeda, que había querido un momento a solas con su hija, fue a recoger a Teddy de los brazos de Harry: el bebé estaba dormido, sin apenas notar el cambio mientras la mujer se acercaba a ellas-. Pobrecito: mamá dice que los bebés son sensibles a las emociones de los demás, debemos haberlo agotado. Si no eso, la cantidad de alumnos curiosos por conocer al hijito del querido profesor Lupin.

-Es idéntico a él, quitando el cabello- comentó Katie asombrada antes de presentarse a Andrómeda.

-Un gusto conocerte, y sí: Teddy es la imagen viva de su padre, pero heredó el don de mi Nymphadora. Tu madre es una mujer sabia, Ginny: dudé si traerlo por lo mismo, por lo pequeño que es todavía, pero no le negaré el conocer a sus padres, como tampoco podía permitirme no visitar a mi hija- explicó con simpleza, y ambas asintieron sin saber qué más decir: la mujer frente a ellas se mostraba fuerte, y lo era, pero también era evidente que estaba sufriendo por sus muertos, por lo que no querían ofenderla con sus palabras-. Eres la madre de ese niño, ¿verdad, Kate? – la mencionada solo asintió, confundida-. Valora cada instante que tengas con él: una da por sentado que siempre tendrá a sus hijos, pero la vida no siempre es justa. Una madre jamás debería enterrar a sus hijos, e igual Molly y yo existimos...

Se fue antes de que ninguna de ellas pudiera responder nada. No era como si fueran capaces de responder algo: Katie sintió un nudo en la garganta mientras luchaba por contener las lágrimas, mientras Ginny lloraba en silencio. Esto, por supuesto, llamó la atención de Harry y Wood, quienes se apresuraron a ver qué les ocurría y a consolarlas como pudieron: la pelirroja les aseguró que estaban bien mientras Katie tomaba a su hijo en brazos con rapidez, despertándolo de su siesta, abrazándolo.

- Pensé que podría sobrevivir este día sin llorar, pero tal vez el año que viene- dijo Ginny como si fuera explicación suficiente para sus lágrimas, y para Harry, lo fue: se dejó caer en su abrazo, pues allí Ginny se sabía a salvo-. ¿Crees que Fred se alegraría por nosotros? - se animó a preguntarle en voz baja.