Descansa

592 26 34
                                    

Mi amada, Astoria

Nada me ha iluminado estos días de aislamiento mejor que tus cartas, Tori, las cuales me acaban de llegar de tirón.

Al parecer esos entrometidos las llevaban reteniendo meses como habías sospechado, ¡Merlín bendiga esa brillante cabecita tuya por suponerlo desde el principio, y a tu corazón por seguir mandándolas de todos modos! Lamento si esa situación pudo haberte hecho sentir ignorada. Las he leído todas ya más de una vez, así que créeme que no es el caso.

Aunque te extrañe más que a nada, me alegra que hayas encontrado modos de entretenerte. Y personas que, aunque no son de mi agrado, han sido amables contigo. Me sigue pareciendo increíble que puedas convivir con seres tan irritantes como Granger, pero bueno, tu alma noble no podía ser así tan solo con los marginados sociales como yo.

Aun desconozco quién dio su brazo a torcer para que pudiese ser "libre" de Azkaban.

Mamá me ha confesado que Potter tenía sus motivos, algo de una deuda de la que no quise saber detalles, pero que al menos ya se saldó. No quiero tener nada que ver con él, nunca más. Pero Granger y Weasley...Yo en su lugar, y lo reconozco sin orgullo, hubiera abogado por lo peor. Y, hasta cierto punto, creo que esto no está del todo alejado de serlo.

No me malentiendas, ya me han dado cátedra diaria de cómo hay cosas peores...pero extraño la magia, demasiado. Extraño salir a los lugares que conocía, donde la gente me respetaba. Extraño incluso la escuela, de la que tanto me quejaba. Extraño poder aspirar a cosas. Me siento enjaulado aquí. ¿Es patético, no es así?

E incluso en mi peor momento, no dejó de parecer un ingrato, encerrado en una mansión que, aunque lúgubre, sigue siendo mejor que una celda fría. Jamás había tenido tanto tiempo para pensar...y francamente, no es lo más agradable de hacer. Lo único medianamente aceptable que me ha ocurrido es la presencia de quien, al parecer, sería mi sobrino.

Es un bebé, o sea, es imposible que me desprecie tanto. Es más, creo que le agrado. No sabría decirlo, no había convivido con niños antes. Es un cambiante, como mi fallecida prima Dora. Me es raro llamarla así ahora, pero la vida ha decidido que conviva con su hijo, hijo del profesor Lupin, de hecho....

Ignoraré lo raro que es que mi ex profesor se haya acostado con mi prima trece años menor que él y seguiré con mi vida, pues al parecer soy al único espantado al que le hace ruido eso.

¡Ah! Lo olvidaba. Perdí una tía, pero ahora tengo otra: la traidora de Meda.

Digo, en general nunca había tenido una técnicamente, pues mi tía y madrina Bellatrix estaba en la cárcel cuando era bebé, y una vez escapó, me daba más miedo que otra cosa. No había nada más allá de Quien-tu-sabes-quien para ella. Asumo que antes no era así, o al menos, no a tal grado, digo, por algo mi madre la consideró como una buena madrina en principio. Azkaban ha destrozado a esta familia desde tiempos inmemoriales.

Lamento si esta carta se ha prolongado demasiado. Aunque bueno, ya por último quisiera pedirte que escuches a Daphne sobre tu salud. Me refiero, en todas tus cartas mencionabas ya fuera migrañas o cansancio extremo. Solamente te pido que no te presiones, bonita, tu salud importa más que cualquier promedio. Sé que no te gusta ahogarte en vasos de agua, pero que tu optimismo no te lleve a minimizar cosas, menos si estas tienen que ver con tu salud. Te lo pido por lo que más quieras.

19 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora