Bien, tenía años de haber pasado de cama en cama de diferentes hombres, pero nunca me había "tenido que hacer cargo" de haber mantenido relaciones sexuales con uno. En serio me sentía como en las historias románticas clásicas en donde los protagonistas se acostaban y luego venía el padre de la novia a obligarte a casarte con ella por haberla desflorado. Eso era ridículo.
Les dije que Gael tenía otros amantes a los que podían "obligarlos" a ayudar o lo que fuera que tenían en mente, pero no me escucharon. Josh estaba ni siquiera estaba interesado en la charla, él se había puesto a jugar con su celular. Excelente servicio.
—Miren, aunque quiera ayudarlos, Gael no va a querer. ¿Qué se supone que haga? Que le mienta y me acerque a él. No. No es mi estilo.
—Gael quiere estar contigo... lamentable y evidentemente. Así que sólo... tú acéptalo.
—No. No es mi responsabilidad. Yo no soy su novio. Oye, ni siquiera sé si fuimos novios alguna vez...
—Alex, en serio —suspiró Tiziano. —Mira, él se acercará a ti... y tú deberás ser quien lo acerque a otros, como la primera vez. Nada más. Cuando el vínculo con el resto esté recompuesto, te puedes ir.
—¿Y qué se supone que le diga a Gael en ese momento? "Oye, sabes, te había dicho que no siento nada por ti, sólo me acerqué porque tu estúpido cuñado me lo pidió, buena suerte ahora..." eso da asco.
—No tan así —dijo Ignacio frustrado. —Sólo ayúdame a acercarme a él... Gael te escucha, te hará caso. Te lo suplico Alex, me aterra encontrarlo muerto un día.
—Estás exagerando.
—No, en serio no lo está —aseguró Tiziano. —Estoy preocupado también. Habla con Polo, él solía ser su amigo. Habla con la chica con la que solía salir. En serio, esto no es un juego.
—¿Y qué pasa si él quiere recomponer la relación? —quise saber dudoso. Esa era una terrible idea. —¿No será lo mismo si pongo fin a eso más adelante?
—No estará sólo más adelante... estaremos para él.
—No lo estuvieron antes, cuál sería la diferencia —dije de mala gana. —Miren, yo... en serio me gustaría ayudar, pero el mal será mayor luego. Lo sé.
—Lo resolveremos luego, Alex por favor... tú simplemente ayúdame a acercarme a él, me haré cargo luego.
—¿Qué hay de Nano?
—Gael odia a Nano —respondió. —Sé que sería lo más lógico, pero en serio lo odia.
—¿Por qué?
Ignacio me miró unos segundos y negó con su cabeza.
—No lo sé.
—Lo sabes —me reí. Idiota. Claro que lo sabía. —Pero está bien, yo no le diría algo que no quiero al sujeto que me cae mal —rodó los ojos confirmando mi teoría. —Mira, yo... si él se acerca a mí, algo que no pasará, yo intentaré hablarle bien de ti ¿Eso es suficiente? —me dio un asentimiento. —Pero eso no significa que él y yo volvamos a ser novios o algo. Nosotros no somos ni siquiera amigos, y él lo sabe porque a pesar de lo que ustedes creen, el chico no es idiota.
—Sabemos que no lo es.
—No parece —dije poniéndome de pie para ir por un cigarrillo. —No me haré cargo si esto es peor. Yo no estoy dispuesto a estar solo para que Gael piense que estamos en alguna relación... quiero seguir adelante, sólo si él se acerca intentaré llevarlo contigo, pero no lo buscaré, no rogaré, ni esperaré. El Alex que hacía eso sufrió mucho, dos veces por dos personas completamente diferentes. No lo haré una vez más, por nadie.
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MIO
Ficção AdolescenteEs fácil acostumbrarse a no esperar nada, a no querer nada, a dejar que las cosas simplemente pasen. Lo difícil es querer, esperar y luchar por algo... o alguien.