5. No es normal.

3.9K 486 85
                                    


León casi volvió sobre sus pasos cuando se encontró con Alex sentado frente a mí. Su pensamiento era fácil de leer "¿Acaso me equivoqué de departamento?".

—Hey —dije para llamar su atención.

Mi hermano pestañeó hacía mí aún confundido. Creo que si yo le hubiera dado un golpe él lo hubiera tomado mejor.

Por supuesto él no esperaba que yo llevara a alguien al departamento. Yo no debería haberlo hecho. Por los comentarios del último tiempo León estaba seguro que yo no hablaba con nadie, como antes. Yo no lo había contradicho tampoco, no quería dar explicaciones, no quería tener que presentarlos, porque León tenía la mala costumbre de apropiarse todo lo que fuera potencialmente mío.

Por esa razón yo no había tenido amigos. No había tenido novias. No había tenido nada. Sólo un par de conocidos que rara vez me hablaban, algunos otros con los que solía hacer grupo cuando era estrictamente necesario, y algunos otros con los que intercambiar mensajes para negarme a sus invitaciones a salir. Porque ¿Qué sentido tenía salir cuando al llegar al lugar León acapararía toda la atención y terminaría aburrido en un rincón?

Él lo hacía apropósito. Ni siquiera se había ocupado una vez en negarlo. No era por ser malo, eso decía, sólo me protegía porque yo era débil y confiado. Incluso con las pocas chicas que se habían atrevido a acercarse a mí: él las había conquistado para sí mismo y las había abandonado luego. Porque "¿Qué diferencia hay? Incluso yo soy más amable que tú" decía León. "Ellas sólo quieren pasar el rato, tú te mereces algo mejor." Y yo no decía nada, no importaba mi opinión, así que sólo lo dejaba hacer lo que quisiera.

—¡Qué sorpresa! —exclamó León reaccionando por fin y moviendo sus pies hacia nosotros. —Pensé que no habría nadie.

—Salí temprano —mentí. Yo no volvía a casa durante el día porque no quería estar a solas con él y sus molestas preguntas. Pasaba el día en la biblioteca o la cafetería con la excusa de cursar. Él no tenía acceso a mis horarios, aún. —Él es León, mi hermano. Alex es

—Soy Alex —me interrumpió parándose y tirando su mano a la de mi hermano. Se lo agradecí, no sabía cómo presentarlo.

—¿Un amigo? —consultó León amablemente sin dejar de estudiarlo con descaro.

—Se podría decir —respondió amable también liberando su mano, pero sin quitar sus ojos de él. —De cerca el parecido es incluso más impresionante.

—Lo sé ¿Verdad? —acreditó León mirándome de reojo. —Si no fuera por su cabello nadie podría decir cuál es cuál.

—Bueno, su personalidad es bastante distinta también ¿No? —consultó volviendo a sentarse. Sus ojos fueron directos a mi persona. Yo no lo estaba devolviéndole la mirada, pero podía sentirla. —Me costó mucho hacer que este sujeto actuara más o menos normal a mí alrededor.

—Así que no la tuviste fácil —rió fuerte arrastrando la silla sobrante para sentarse.

—Estamos estudiando —me apresuré a decir.

—Oh vamos —dijo revolviendo mi cabello y acercándose más a mí, para quedar sentado a mi lado. —Se merecen un recreo ¿O no Alex? —no esperó respuesta. Él nunca escuchaba. —Yo no sabía que mi hermanito tuviera algún amigo. Él es muy reservado con sus cosas.

—¿Lo es?

—Verás, todo el mundo piensa que entre gemelos no hay secreto, pero la verdad es que Gael nunca me cuenta nada. Justo ahora estoy sorprendido —dijo con autenticidad. —¿Hay más de ustedes?

MIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora