28.

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Capítulo 28: El primer día. ("De el infierno" te falta, ¿no?)

Esta bromita está durando demasiado.

 -      ¡Queréis dejar de decir chorradas!

¡Dios, me están poniendo de los nervios nerviosos!

 -      Es que me ha resultado excitante, y eso que yo no formaba parte de la acción.- sigue diciendo estupideces Bi.

Len se echa sobre la cama donde estoy sentada sin dejar de reír. Pues a mí no me hace gracia.

 -      Os estáis pasando...

-      ¡Y qué miradas!

Me pongo de pie y muevo nerviosamente mi pie derecho sobre el suelo. ¡Estoy muy cabreada! ¡Cabreadísima!

 -      ¡Ahora entiendo por qué todo el rato está diciendo Guille que formáis la pareja ideal!

Suspiro. ¿¡Esta gente es tonta!? ¿¡Pero dónde me he metido yo!?

 -      ¡Y eso que después de estar con tu hermano creía que no había nada más pasional!- dice, suspirando.

¡Qué asco!

Hago una mueca, Len se pone muuuuy colorada. ¿Por qué? Es un misterio.

 -      ¡Es un torbellino!

¡¡¡QUÉ ASCAZO!!!

 -      ¡No me cuentes estas cosas a mí!- grito, desesperada.

-      ¡¿Pero por qué?! ¡Necesito contárselo a alguien!- se incorpora en la cama y mira al vacío sin dejar de gritar.- ¡Fue F-L-I-P-A-N-T-E!

Sí, sí, sí.

 -       No me interesa la vida sexual de mi hermano mayor, gracias.

Resulta... ¡puag!

 -       No te estoy contando la vida de tu hermano, te estoy contando la mía.-contradice- Sólo una cosa: tu hermano es una bomba sexual.

¡¡¡AHHHHHH!!! ¡Qué ascazo tan grande! ¡No puedo imaginármelo! ¡Joe, que es mi hermano!

 -       ¡Cállate ya! ¡No quiero saber nada!

Me tapo los oídos.

Bi se ríe (Lena sigue colorada, pero sonríe).

 -       Vale, cuando quieras contarme cómo es Saúl en la cama no pienso escucharte.

Len estalla (de nuevo, debería decir) y vuelve a caerse hacia atrás de la risa sobre la cama.

¡Menuda gracia! ¡Dios mío, yo es que me parto! ¡No puedo parar de reírme!

¡¡Pero serán mamonas!! ¡¿Y eso de dónde narices lo han sacado?!

Toc- toc- toc.

Suena la puerta. A ver quién narices es ahora.

Bueno, seguramente sea Leo, que quiere unirse a la súper fiesta.

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora