32.

5.5K 220 11
                                    

Capítulo 32: En manos de modelos chifladas (¡Qué fuerte!)

Me atraviesa con la mirada.

 -    Vale, una broma muy graciosa.

 Me suelto de su agarre con insultante facilidad.

No ha tenido ninguna gracia. Estoy decepcionada. Completamente.

No dice nada. ¿Ves como sólo bromeaba? Está claro que es imposible que esté enamorado de mí, la sola idea resulta ridícula.

Me doy la vuelta y me voy. Me siento mal, como triste. ¿Por qué? Buena pregunta. ¿Por darme cuenta de que le gusta burlarse de mí? ¿Por haber pensado aunque fuera un instante en que decía la verdad? ¿O acaso porque sé que nunca llegará a sentir nada por mí? Sueno tonta.

Voy a mi cabaña y la abro con mi llave. Sinceramente, ahora mismo me importa un comino despertar a Len. Estoy en crisis.

 -    ¿Qué ha pasado?- grita según entro.

Pues parece que estaba despierta.

Termino de cerrar la puerta y, con toda la tranquilidad del mundo, dejo las cosas sobre la mesa  para echarme sobre la cama con un suspiro. Menudo día.

 -    Dí.

Dios, qué pesada. No me apetece hablar de ello.

Bueno, hago un resumen y punto. Que se conforme con eso.

 -    Me ha venido con el rollo de que estaba enamorado de mí, ¿te lo puedes creer?

Se sienta a mi lado con una sonrisa. ¿Por qué sonríe?

 -    Sí, sí que me lo creo. ¿Y qué has hecho tú?

Ahora viene la peor parte.

 -    Le he dicho que ha sido una broma muy graciosa y me he ido.

Fin de la explicación. Aplausos.

Len se levanta de un salto, con los ojos como platos. Parece enfadada.

 -    ¡¿Qué?!- chilla, acusándome con un dedo.- ¡¿Qué tú has hecho qué?!

¿Por qué se pone así? ¡¿Y a qué viene gritarme de esa manera?!

Me incorporo, sentada sobre la cama, mirándola con un gesto de incomprensión.

 -    ¡¿Pero tú eres tonta o qué?!

¿Eiing?

 -    ¿Pero qué pasa?

Se acerca rápidamente. Uii, qué miedo. Y me da una colleja en la nuca. ¡Eh!

 -    ¡¿Por qué me pegas?!

-    ¡¡Porque eres idiota!!

¡Hala! ¡Ahí se ha pasado!

Abro la boca, flipando. ?

 -    ¡¿Cómo le dices eso?!- grita.- ¡Él te quiere, payasa!

¡¡¡Se está pasando un huevo!!! ¡¡Me está insultando por todos los francos!!

 -    ¡Qué me va a querer ni que nada!

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora