50.

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Ya queda poquito!! Espero que sigais leyendo la segunda parte =)

Gracias por los comentarios y votos!!

PD. Hoy: foto de Loretta!! (en el capítulo 49 Rubén y en e capítulo 48 Saúl!!!!!)

Capítulo 50: ¿Paz y amor?(Bromeas, ¿no?)

Saco la lengua en un gesto infantil ante su risa entre dientes.

Yo deseando besarle y el otro se dedica a decirme guarrerías delante de mi hermano y sus extraños invitados. Quiero llorar.

Giro lentamente el rostro hacia él, que me observa atentamente con sus ojos grisáceos, sin borrar esa sonrisa traviesa que siempre lleva pintada.

Vale, ahora mismo me viene mal estar enfadada con él, necesito información.

Vuelvo a su lado, apoyándome en su estupendo cuerpo para alcanzar su oído.

-              ¿Desde cuándo eres súper amiguito de estos?

Niega con un cabeceo.

-              ¿Bromeas?- roza la punta de la nariz contra la hondonada de mi oreja- Los sigo odiando igual que antes.

¿Perdón?

¿En ese caso… ¡qué narices hacemos todos aquí sentados en amor y compañía!?

-              ¿Entonces por qué no estás extrañado de que estén aquí?

¿Soy la única tonta que no se está enterando de nada o cómo va esto?

-              Me ha avisado tu hermano cuando he entrado, además de hacerme prometer que no iba a montar ningún espectáculo, por supuesto.

Mmmm… bueno, suena fiable.

Vale, un tema resuelto. Ahora… ¡¿QUÉ CO… (co… conejos?) PASA AQUÍ?!

Me levanto y de un par de zancadas me echo sobre mi hermano, que da un bote por la sorpresa. Está empanado.

-              ¡Dime de una vez qué pasa!- digo casi a voz de grito.- ¿Qué hacéis todos aquí reunidos?

Me falta agitarlo… No, no sería buena idea.

-              Sólo os estábamos esperando.

Pero pero pero… ¡Éste es tonto!

-              ¡¿Esperando para qué si nadie se lleva bien con nadie?!

Al final perderé los nervios.

-              Esperando para asegurarnos de la reconciliación.- contesta calmadamente.

¿Pero qué se creen, celestinas?

-              No digas idioteces.

Me rodea los hombros con un brazo y me sujeta contra él para decir en voz suave:

-              Mira, la cosa es ésta: Rubén fue a avisar a Héctor de dónde estabas, Héctor me lo dijo a mí y yo a Saúl- ¿y qué lógica tiene eso?-; por eso estamos los tres aquí.

¡¡¡¡¡¡¿Y PARA QUÉ HAN HECHO ESA CADENA ESTÚPIDA?!!!!!!!

-              Eso es ilógico…- suspiro, agotada.

-              No lo es.- replica otra voz.

Deslizo los ojos por la habitación hasta clavarlos en Rubén.

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora