57.

3.8K 185 4
                                    

He estado unas semanas incomunicada del mundo, pero aquí teneis el siguiente capítulo!!!

Espero que os guste y mil gracias por comentarios y votos, animan muchísimo jajaj.

Un beso!!

PENÚLTIMO CAPÍTULO!!

P.D. Os dejo a la derecha una foto de cómo me imagino a Lena

Capítulo 57: operación ‘conquista’ (ahora en serio)(a ver si avanzamos).

Creo que… creo que nos estamos desviando del tema. Y de qué forma.

Cierro los ojos con un jadeo cuando sus hábiles labios reclaman cada parte de mi boca para su exhaustiva exploración.

-    Saúl…, no es…- atrapa mi lengua con la suya para acallarme durante un instante eterno- no es el momento…

Me aprieta contra su cuerpo cálido (más bien caliente) con los brazos sobre mi espalda, rozando con deliberada delicadeza mi nuca con sus dedos.

-    A la mierda con el momento.

Un gemido traicionero escapa de mis labios al escuchar su voz ronca, apasionada, contra mis labios demasiado dispuestos.

-    Me tengo… me tengo que… ir- balbuceo.

Intento resistirme a sus manos ávidas, que ya recorren mi piel sin ningún tipo de restricción, como si la ropa no fuera más que un detalle sin importancia, pero las mías siguen su ejemplo sin importarles la orden de mi cerebro aturdido, deslizándose con facilidad por su torso desnudo, delineando cada trazo de sus increíbles músculos como si fuese la perfecta escultura de un dios al que adorar.

-    Un ratito más, princesa.

Niño caprichoso.

Mis labios vuelan solos a su cuello, recorriendo su piel suave con la punta de la lengua, apenas un roce por su garganta expuesta, de donde sale un leve gruñido que me saca de mis casillas.

-    Eres un cabezón.

Siento su risa contra mi hombro y doy un respingo.

-    Lo sé, soy terrible.- muerde mi piel apasionadamente- Me lo dicen a menudo.

Cierro los labios con fuerza para reprimir un jadeo humillante.

-    ¿Y quién se atreve a decir tal cosa?- suspiro con satisfacción cuando la punta de su nariz roza mi mandíbula- Creía que era la única que podía meterse contigo.

-    Eres la...

-    ¡¡Lore!!

Gimo con frustración, apoyándome pesadamente contra el pecho de Saúl, que bufa por lo bajo por la interrupción.

-    ¿Dónde estás?- se la oye de nuevo.

Me deslizo con desgana por su cuerpo hasta plantar los pies sobre el suelo, aún con los brazos enredados en su cuello.

-    Desde luego está hecha para tu hermano.- musita con una sonrisa enigmática- Ambos tienen el maravilloso don de la oportunidad.

Me alzo sobre las puntas de mis pies para depositar un suave beso en sus labios entreabiertos.

-    Empiezo a odiar muy seriamente ese don.

Ríe entre dientes mientras sus largos dedos vuelven a abrochar los botones de mi camisa sin dejar de mirar mis ojos. Debo tener una cara de pánfila para hacerme una foto.

-    ¡¡LORE!!

Dios, qué pesada.

-    ¡Que ya voy!- contesto con un gruñido exasperado.

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora