46.

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Jajaja, sabía que no os gustaría, perdón!!

Bueno, aquí os dejo otro capítulo, a ver si os gusta más!! =)

Muchísima gracias por vuestros comentarios y votos!

Capítulo 46: abrir ojos, sacar uñas. (Qué robótico.)

Intento controlar mi respiración mientras me alejo lentamente de la puerta, secando con brusquedad las lágrimas de mi rostro.

-              Loretta.

Ahogo un jadeo e intento ocultar mi expresión dolida ante mi padre, que acerca en la oscuridad de la sala hacia mí.

-              Hola.- musito, esbozando una ligera sonrisa carente de felicidad.

-              ¿Qué ha pasado?

-              Nada…

Me observa un segundo, evaluando mi mirada, y abre los brazos para que me arrope en ellos, acomodándome en la calidez de su abrazo.

-              Vete a dormir, cariño.- susurra contra mi cabello- Mañana te sentirás mejor.

¿Mejor? ¿Es una broma?

Lo dudo.

Me separo de sus brazos y él inclina el rostro hacia el mío, observando mis ojos llorosos. Dios, es igual que Roberto.

-              Y no llores, mi niña.

Seca con la yema de un dedo cálido una lágrima esquiva y sonrío levemente, dando un rápido beso en su mejilla antes de dirigirme escaleras arriba.

No puede ser… no es posible todo esto…

Suelto las llaves sobre la mesilla de mi habitación y me meto en la cama sin siquiera desvestirme, acurrucándome bajo las sábanas.

Poco a poco, mis ojos van cerrándose de puro cansancio hasta que el sopor inunda mi cabeza y la nubla hasta apagarse.

Sólo soy capaz de sentir a alguien junto a mí justo antes de caer profundamente dormida.

El sonido de unos golpes en mi puerta despierta mi aletargo.

Estupendo. Otro día maravilloso en mi vida de falso cuento de hadas. Maravilloso.

-              Loreeeeeeeee

Dejo caer mi mano sobre mi cara, intentando ignorar la vocecilla que susurra a mi lado.

-              ¿Podemos pasar?

¿Pero esto qué es?

-              ¡Sí!- grita Júnior a mi lado.

Ehh, un momento, ¿qué hace en mi cama?

Entreabro los ojos, molesta por la luz que se cuela por la ventana, a tiempo de ver a mi padre y su clon entrando por la puerta.

¿Qué hace toda la familia reunida en mi habitación?

-              ¿Ha pasado algo?- musito, adormilada.

Se incorporo, tambaleándome, y Alvarito se echa sobre mi espalda. La madre que lo parió…, como es bajito y pesa poco… (Maldito bigardo hiperactivo).

-              Júnior, no molestes a tu hermana.

El aludido da un salto para sentarse junto a mí con una sonrisa de oreja a oreja.

-              ¿Me he perdido algo?- pregunto, confusa.

Que alguien me explique a qué viene todo este rollo.

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora