48.

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Otro capítulo!! Espero que este os guste más jejejej

Muchas gracias por cometarios y votos! Y por pasaros a leer, por supuesto. Un besito.

Capítulo 48: guarda la barita, bruja, llegó Harry Potter.(esto suena a matanza…)

No puede ser.

-              Esto lo has montado tú, ¿verdad?

Le oigo reírse mientras avanza  para guiarme dentro de la habitación.

-              Claro que no.- replica amablemente.

Doy una vuelta completa para observar cada detalle y vuelvo a fijar la mirada en la pared de en frente, esbozando una leve sonrisa.

Es una sala grande, con una de las paredes cubierta por estanterías repletas de libros, en la contraria hay un proyector de cine con un par de sofás y decenas de cojines, y en la de en frente…

Me acerco para ver mejor las tres grandes fotografías que cubren toda la superficie que queda entre las ventanas.

Dioossss, me acuerdo perfectamente de las tres.

La primera es la primera que nos hicimos juntos en el estudio, en la que él lleva un traje negro precioso y corbata y yo un largo vestido rojo, ambos con el cabello totalmente despeinado (o peinado para parecer despeinado). La verdad es que quedó bien. Aunque tenemos unas miradas de enfado un poco…

La segunda es de la playa, cuando me pintaron ramajes con el tinte ese raro que me duró un par de días. Aquí la mirada es muy distinta, más amable, más impresionada la mía y más pícara la suya. Su brazo se cierne cariñosamente alrededor de mis hombros, y el mío se posa en su espalda… Ayyy, aún puedo recordar su piel cálida…

Dios, me estoy volviendo una ñoña sensiblera. Puaj.

La última es también de la primera sesión juntos, pero esta vez se ve en blanco y negro y llevamos diferentes ropas, yo un precioso vestido con la espalda al aire y él la camisa a medio abrochar y la pajarita deshecha. Parecemos una pareja de los años veinte.

Por dios, está guapísimo.

-              ¿De dónde las ha sacado?- pregunto más para mí que para nadie.

-              Supongo que se las habrá pedido al fotógrafo; ya me contó mi abuela que trabajabais juntos.

Asiento con un cabeceo.

-              Aquí es donde pasa la mayor parte del tiempo que está en la casa.- dice Héctor, como si leyera las preguntas de mi mente.- Según Clara se coge un libro o una película y se tira aquí horas.

Miro la consola tirada frente a la pantalla y sonrío.

-              O la play.

Otro como mis hermanos. Están todos abducidos. Da igual que tengan diez o veinte años, se comportan como críos cuando se trata de un juego de consola.

-              ¿Por qué me has traído?- pregunto, sin mirarle.

Suspira a mi espalda.

-              Porque tenías que abrir los ojos.

No puedo con esto.

Doy media vuelta y corro escaleras abajo hacia la salida.

Necesito salir de esta estúpida casa cuanto antes.

Justo cuando consigo abrir la puerta y poner un pie fuera, choco contra un muro de acero, y, a pesar de que yo iba corriendo, el obstáculo ni se tambalea, mientras que yo me echo hacia atrás por el impacto.

La historia de mi penosa vida adolescente: Loretta.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora