Fumiko sintió que un escalofrío le recorría la espalda. Se sentía como la presencia de un demonio... Pero no como la de Kyojuro. Aún sin querer abrir sus ojos, ella se giró, instintivamente alcanzando su espada nichirin.
Con su arma en su mano, ella se sentó sobre su futón, tallándose la cara con su antebrazo. No había pasado mucho desde que había tenido aquella pesadilla y ahora tenía miedo de que lo que había soñado se hubiera vuelto realidad, así que lentamente levantó el rostro.
No estaba ahí.
—¿Kyo?—. Escaneó toda la habitación e inconscientemente empezó a temblar.
Tragó saliva duramente, sintiendo su corazón acelerarse y su estómago apretarse.
"Solo fue un sueño. No hay nada que temer", trató de calmarse al mismo tiempo que se ponía de pie.
En verdad quería relajarse, pero tenía una terrible sensación que algo malo estaba ocurriendo.
Con todo el terror en su cuerpo, se encaminó en silencio hacia el cuarto de Senjuro y otro escalofrío volvió a recorrer su espalda. Suavemente, deslizó la puerta, y al contrario de lo que se esperaba, se fijó que el muchacho estaba a punto de abrir su ropero, pero al menos verlo sano la había calmado un poco.
—¿Senjuro-kun?—. Llamó angustiada. —¿Qué haces despierto?
El chico pareció tensar los hombros al verla. Sus ojos se pegaron a la espada que ella sostenía.
—Cuánto lo siento... No quería alertarte—. Se excusó el menor con la voz ligeramente temblorosa mientras caminaba hacia ella.
Fumiko ladeó la cabeza y entrecerró los ojos, analizando de pies a cabeza la figura frente a ella.
Y por un momento, ella relajó su rostro para sonreír.
—Vuelve a dormir, ¿sí?—. Le pidió mientras le ponía una mano sobre la cabeza.
Ella se dio la vuelta, caminando lentamente hacia la salida.
—¡ERES MÍA, CAZADORA!
En un rápido movimiento, Fumiko atrapó a su atacante por el cuello y lo estampó contra el suelo.
—¿Dónde está Senjuro?
Los ojos del demonio estaban abiertos en terror. ¿Cómo lo había reconocido si se veía exactamente igual a ese niño?
Por todo el tiempo que se había quedado callado, Fumiko apretó otro poco su agarre.
—No lo voy a repetir. ¿Qué le hiciste a Senjuro?
—¿Cómo... Supiste...?—. Consiguió preguntar a pesar de sonar asfixiado, regresando lentamente a su forma original.
—Eso no importa. Responde.
El demonio batalló para lastimarla en vez de hablar.
—Te hice una pregunta—. Fumiko obligó al demonio a mirarla directamente a sus furiosos ojos. —Será mejor que respondas.
—No... ¡No voy a decirte! ¡Maldita caza-
Casi clavando sus dedos en su garganta, Fumiko lo calló al instante.
—Esa no es la respuesta que estoy buscando.
El demonio intentó jadear asustado, sintiendo como si sus ojos le fueran a salir de su cráneo.
—El niño... Es... Nuestro...
Con eso dicho, Fumiko relajó ligeramente su agarre. Se quedó callada, esperando a que el demonio recuperara un poco de aire.
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El calor de tu sonrisa
FanfictionUna tragedia es todo lo que basta para que se conozcan y cambien sus vidas por siempre. Sé bienvenido a la historia de Nakamura Fumiko y su camino para convertirse en cazadora de demonios. Este es un loco OCxPersonaje / LectoraxPersonaje. Advierto q...