Capítulo 23

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¿Cómo era posible que Cailan hubiera acabado aquí dentro?

¡Joder! Se suponía que Gwendolyn, él y su padre nunca pisarían este lugar o lo suyo sería... Tragué grueso.

Una muerte segura.

Su mirada no me daba ningún tipo de respuesta. De hecho, parecía que este era el lugar en donde siempre había querido estar.

Cailan Vaughan realmente estaba demente y no había dudas sobre aquello.

Los ruidos metálicos de los instrumentos quirúrgicos me devolvieron a la realidad y me volteé hacia Irene. Su sonrisa divertida me dejaba muy en claro que estaba disfrutando tenerlo amarrado frente a nosotros, pero que lo haría mucho más en el futuro bajo su tortura.

Reece no hacía más que observar la escena con atención y Branko... Él ni siquiera me miraba y llevaba su pómulo cortado y morado.

¿Qué mierda...? ¿Qué había sucedido?

-Me atrevería a decir que nunca antes había estado tan emocionada por ver a alguien como a ti -habló la pelirroja y cerré mis ojos para intentar normalizar mi respiración antes de que me diera algo -. He soñado este día por años, Vaughan.

Escuchar su apellido salir de sus labios se sentía como comer una fresa podrida.

Cálmate, Jensen. Controla tu respiración o tendrán que sacarte a rastras de aquí.

Sin embargo, aquello parecía no estar sirviéndome. Sentía una fuerte opresión en el pecho y me negaba a salir corriendo de aquí en busca de aire fresco.

-Tus alas te permitirán volar cuando quieras escapar -de repente, oí su voz tararear, dejándome completamente inmóvil -, mi corazón te sostendrá cuando mis brazos ya no puedan más, y le daré sentido a tu vida para que ya no debas huir más...

Era la canción... Era la que me había escuchado cantarle a Margo aquel día cuando estaba mal. Asimismo, era la misma canción que mi madre me cantaba para decirme que no había nada por lo que debiera preocuparme, que todo estaría bien.

Abrí mis ojos y sus perlas estaban clavadas en mí. Me encontraba muda. Él estaba intentando darme el mismo mensaje, pero ¿cómo podía decirme que todo estaba bien si se encontraba amarrado en una silla y con la psicópata de Irene frente a él?

Reece se acercó a él y le dio una fuerte golpiza en el rostro. Iban a matarlo...

-¿Qué mierda fue eso? -me preguntó Irene con cierto desconcierto y la observé.

-Era una canción familiar -respondí aún anonadada -. Yo... No sé...

-Sólo intenta provocarte, Val -habló Branko y, al voltearme hacia él, su mirada gélida aún seguía clavada en Cailan.

Vaya buen actor que era. Casi que sí lucía como si quisiera asesinarlo con sus propias manos...

-¿En verdad creíste que podrías adentrarte en KEK sin ser descubierto? -la pelirroja regresó a Vaughan.

Sí con la ayuda de Branko, pero... ¿Habría sido una ayuda fallida? Estaba más perdida que los personajes de 'Lost'.

Él, aún recuperándose del golpe que había recibido por parte del padre de Yuna, posó su mirada rabiosa sobre ella. Sin embargo, aquella divertida sonrisa continuaba intacta en su expresión como si su vida no estuviera corriendo peligro en lo absoluto.

-Valió la pena arriesgarme -formuló.

¡Cállate, idiota! ¡Cierra tu maldita boca!

CODICIA [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora