De alguna forma, había acabado bebiendo en un bar junto a mi propia soledad y sufrimiento. Tan sólo recordaba haber abandonado la habitación de Cailan, salir de la central y caminar hasta llegar aquí. Ni siquiera sabía por cuánto tiempo había caminado, sólo que había sido por bastante tiempo porque este lugar no se encontraba para nada cerca.
-¿Otro trago? -sugirió el muchacho frente a mí, notando mi primer vaso vacío.
-Lo más fuerte que tengas -pedí esta vez.
Él realizó un suave quejido que me hizo clavar mi mirada en él.
-¿Día difícil en la trabajo? -quiso saber mientras llenaba el vaso de vidrio de un líquido rojo -A este trago lo denominamos 'Don't cry for me, baby'.
Me eché a reír como si se tratara de algún tipo de broma. Muy conveniente para mi situación actual...
-¿Acaso estás espiándome o algo por el estilo? -Arrugó su frente y suspiré -. Sí han sido unos días difíciles.
Ventilar mis problemas a un extraño no era lo mío. Más bien, no sabía siquiera por qué estaba hablándole.
Posó el trago frente a mí y me dio una amigable sonrisa.
-Bebe con calma -me aconsejó y se desapareció de mi campo visual.
Arrastré mis ojos hacia mi móvil encima de la barra y, tras no haber recibido ningún mensaje por su parte, le di un frustrado sorbo a la bebida en mi vaso.
-¿Jensen?
Una voz masculina desconocida sonó a mis espaldas y me paralicé. Mierda. Sólo traía una navaja conmigo, pero no una pistola.
-¿Valdine Jensen? -volvió a repetir.
Me aferré al vaso de vidrio por si me tocaba estrellarlo en su cabeza y, al voltearme en mi lugar, mis ojos no podían creer lo que estaban viendo.
Contrario a él, yo me encontraba tanto sorprendida como confundida.
-No me lo creo... -rió, conservando la expresión de incredulidad en su rostro, y acercándose a mí para rodearme con sus brazos.
Mi estado de desconcierto me impedía corresponder a su gesto de la misma forma, pero él aún parecía estar bajo los efectos del asombro. Acabó por tomar asiento en el lugar vacío a mi lado y se regresó a verme con aquellos ojos ámbar que tanto seducían en aquel entonces.
-¿Qué te trae sola por aquí? -preguntó, llevando su mirada hacia mi mano izquierda -No traes anillo de matrimonio. Eso puede significar dos cosas: aún continúas de novia con Buckley o han roto.
Wren Lauder. Ex-agente de KEK y antiguo amigo de Katie. Tras su desaparición, nadie volvió a saber de él.
-Hemos roto -confirmé.
Sonrió -, Felicidades. Siempre mereciste algo mejor.
Me removí algo incómoda en mi lugar. ¿Acaso todos menos yo se habían dado cuenta del idiota que había tenido a mi lado? Era probable. Me había encontrado cegada por el amor, o lo que demonios hubiese sido, por casi dos años.
-¿Qué ha sido de ti? -pregunté con mi muro en alto -Desde su desaparición, te esfumaste.
Él tan sólo llevó su mirada al frente y entrelazó los dedos de sus manos entre sí por encima de la barra. Le acerqué mi trago al verlo sospechosamente afectado, pero se negó.
-Debo conducir -rechazó beber sin verme -. ¿Tu padre sigue a cargo de KEK?
Responder a mis preguntas con más preguntas. La táctica más conveniente para cuando querías evitar hablar era esa. Introduje la mano en el bolsillo de mi pantalón, aferrándome a la navaja como si mi vida dependiera de ella.
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CODICIA [+18] ©
RomanceTRILOGÍA TENTADORA PERDICIÓN - Libro II (En proceso) Vengar el asesinato de su padre ya no es el único deseo que tiene Valdine Jensen. Las palabras que había oído en los pasillos de JBG no habían sido más que verdades; adentrarse en la lujuriosa y...