Bajo su agarre, su mirada no dejaba de repararme y mi mejor elección fue permanecer inmóvil; si no me movía, puede que olvidara que me encontraba allí y dejara de seducirme.
Por fortuna, sus ojos se apartaron de mí hacia el paquete o no sé si hubiese sido posible responder de mí si él actuaba.
—Leer con Branko —leyó mientras que yo intentaba disimular el estado en el que me había dejado —. ¿Qué es esto?
—Mitch lo ha dejado para mí... Nosotros —me corregí.
Cualquier rastro de seducción que había llevado en su expresión hace algunos segundos ahora había sido opacado por la incredulidad.
—No puede ser... —habló él por lo bajo.
Moviéndose un poco de su lugar, me invitó a tomar asiento a su lado y eso hice.
Ni Branko ni yo nos atrevíamos a abrir el paquete que teníamos frente a nosotros. ¿Quién sabía lo que podía haber dentro si requería de dos personas para leerlo? Me temo que nada bueno podía salir de eso.
—¿Sabes con qué podemos encontrarnos? —preguntó sin quitar su mirada de aquel.
Negué.
Sin cuestionárselo demasiado, abrió el paquete y cogió los papeles entre sus manos.
—Espero haber estado en lo cierto al suponer que ambos saldrán de KEK con vida, y espero no habernos equivocado al haber confiado en Wolf —comenzó a leer él, intentando reprimir una sonrisa mientras se volteaba hacia mí —. Supongo que tú no eras la única que no confiaba en mí.
¿Quién se hubiese fiado de un desconocido, a quien sólo parecía gustarle el poder y tener como objetivo llevarme a la cama/tener una "cita" conmigo?
—Val, hubo una pregunta que me quedó por responderte. En aquel entonces, no lo hice porque sabía el impacto que la respuesta tendría en ti. Puede que ya lo sepas. Puede que Wolf y Von Doren ya lo hayan descubierto, aunque puede que no haya sido así —los ojos avellana de Branko regresaron a mí con cautela y tragué grueso.
Si estaba en lo cierto sobre saber a qué se refería, creo que ambos habían estado muy cerca de hacerlo.
—Ya puedo decir que estás preparada para oírlo con total certeza —continuó —. Si regresar a KEK y volver a enfrentarla no ha acabado de destruirte, eres más fuerte de lo que crees.
Branko apartó aquel papel de su mirada por unos segundos.
—¿Estás segura sobre estar preparada? —quiso saber.
Nunca iba a estarlo para lo que fuera a oír, pero sabía que podría superar cualquier cosa.
Asentí.
Tras un intenso suspiro por su parte, sus ojos regresaron hacia las palabras escritas por Mitch.
—¿Qué contenían los archivos que tu padre me envío el día de su muerte? —Mi corazón dejó de latir —. Mel Turner, Reece Turner, Roy Jensen, e Irene Wells.
La sangre detuvo su viaje por mis venas. Los cuatro protagonistas de la locura de suposición que Branko y Elowen habían tenido... Aunque ahora ya no sonaba tan descabellada. Que los nombrara juntos en una sola oración ya no me parecía una coincidencia.
—No hay mucho que hayas oído hablar sobre el hermano de tu padre, Roy Jensen, pero te aseguro que él ha oído mucho sobre ti.
Su mirada sobre mí para asegurarse que me encontraba bien me hubiese enternecido en otro momento, pero ahora no hacía más que encontrarme anonadada.
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CODICIA [+18] ©
RomanceTRILOGÍA TENTADORA PERDICIÓN - Libro II (En proceso) Vengar el asesinato de su padre ya no es el único deseo que tiene Valdine Jensen. Las palabras que había oído en los pasillos de JBG no habían sido más que verdades; adentrarse en la lujuriosa y...