Capítulo 34

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Cailan.

Hace unos meses atrás, verla caminar por los pasillos sólo me llenaba de rabia. ¿Cómo es que ella podía disfrutar de su libertad cuando su mejor amigo estaba siendo torturado? Nada tenía sentido para mí, nada era justo.

Ahora, cada vez que la veía me convencía más de que no la perdería por nada en el mundo. Sin importar si Broc estaba enamorado de ella, lo cual tendría sentido de por qué me hizo jurar aquella promesa, lo que nos sucedía no era algo que pudiéramos controlar.

Valdine sentía cosas por mí y sus sentimientos eran correspondidos. Fin de la historia.

—¿Qué haces ahí de pie? Ven aquí —mi próximo ex-mejor amigo palmeó por encima de sus cobijas para que tomara asiento.

Estoy cogiendo fuerzas para aceptar que me odiarás a partir de hoy.

Hice lo que me pidió y cogí lugar frente a él. Las manos me sudaban, algo extraño en mí, y mi mente estaba intentando pensar las mejores palabras para confesarle la verdad.

—A pesar de que casi te asesinan —Alcé mi mirada tan pronto comenzó a hablar —, te ves muy bien. No puedo decir lo mismo de mí.

Ambos nos echamos a reír.

—Te ves bien, Broc —dejé salir todo el aire contenido de mis pulmones —. No me creo cómo ha sido posible que soportaras tanta mierda.

Él se encogió de hombros, mostrándose dudoso.

—Ansiaba ver a mi familia —aclaró su garganta —, y a ciertas personas también.

Maldición. ¿A quién otra persona querría ver que no fuera Valdine? ¡Si es que hasta había arriesgado su vida por ella! Así como yo...

—¿Margo te ha visitado? —distraerlo un poco antes de arrojar la bomba creo que era buena idea.

—Lo ha hecho. Al principio, creyó que era algún tipo de fantasma —rió por lo bajo —, hasta que no quiso soltarme jamás y se durmió en mis brazos.

Sonreí al tener aquella imagen en mi cabeza.

—¿Ella...? —tragué con dificultad — ¿De qué han hablado?

Broc hizo el intento por contener la sonrisa que amenazaba con aparecer en su rostro.

—¿Quieres saber si aún te odia?

Chisté.

—Ella no me odia —dije con total seguridad —. Ella sólo oculta su cariño por mí a través del odio, lo sé.

El silencio se hizo presente por unos segundos.

—Pareces ser bueno descifrando verdaderos sentimientos —dijo él y reí a mis adentros.

Ojalá lo fuera. Sólo así habría sabido antes lo que sentía por Val... Y cómo demonios hacérselo saber. No en la forma tradicional. Un beso frente a todos no había sido suficiente para ella, por lo que debía esforzarme para crear un mejor plan.

Me acomodé en mi lugar y sólo pensé en su pedido para que me dotara de las fuerzas suficientes como para hacerlo. Posé mi mirada sobre aquellos ojos que dispararían balas en unos pocos segundos y no lo pensé mucho más.

—Sobre eso me gustaría...

No sabía ni cómo o cuándo, pero su rostro se acercó al mío en un veloz movimiento y sus labios acabaron posados sobre los míos. Yo... Bueno, yo me encontraba completamente pasmado en mi lugar.

¿Qué mierda? ¿Broc me está besan...? ¡Broc me está besando!

Me aparté de él con algo de brusquedad y casi me ahogo con mis propias palabras. No tenía nada en contra de los homosexuales ni nada por el estilo, pero yo no era la persona indicada para que él experimentara.

CODICIA [+18] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora