Capítulo 15

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Capítulo 15 | Annika

Se alejó aquel presentador y entonces quedé con Mitch y Jayson tratando de convencerme de no arriesgarme de nuevo. Mientras del otro lado estaba Daniel con otros tres sujetos a su alrededor, parecía tranquilo después de todo.

Bebía y una chica rubia de cabello cortó se le acercó. Aquella chica rubia parecía ser su novia ya que estaba pegada a él y parecía decirle cosas al oído la cual él volteaba y le seguía el mismo juego con su sonrisita.

Me puse de nuevo donde aparcaban las motos. Empecé a recorrer todas las motos que estaban en dicho lugar. Algunas modernas y otras clásicas. Marcas como Harley Davidson, Ducati, Honda y BMW correrían esta noche.

Una BMW R1250 GS estaba lista para correr. Estaba impecable y sin ninguna abolladura como las otras, la pintura seguía estando intacta.

—¿Ahora piensas robar mi moto? —una voz irritante habló detrás de mí y tuve que quitar mi mano de aquella moto.

—¿Ahora soy ladrona? —contrataque.

—Con solo verte con esa chaqueta puesta, cualquiera se daría cuenta que no es tuya.

—Quería lograr que nadie me reconociera—me encogí de hombros.

Asintió y me dio a espalda mientras desaparecía entre la multitud.

Nos han llamado que ya era hora de empezar esta nueva carrera. La moto de Jayson era una Hypermotard 950 roja.

De nuevo la multitud se emocionó. Nos pusimos en el mismo lugar de salida. La misma chica con los dos banderines se puso en medio de nosotros y el presentador de hace rato que me ha retado se puso en medio de ambos para vocear.

—Bien, chicos. Hubo algunos cambios. Esta vez tendremos a una nueva corredora. La chica que ha dejado a todos con la boca abierta y con la cabeza bien parada. Os quiero presentar a la sirena retadora: ¡Annika!

La mayoría de los chicos que estaban en dicho lugar empezaron a silbar y emocionarse cuando pronunciaron mi nombre y el reflecto me ilumino la cara. Esperen, ¿sirena?

—Calmaos todos, y sujetad bien esas braguitas, señoritas. Porque una buena corredora no podría competir con el mejor corredor. A su lado el increíble, peligroso y todo un playboy: ¡Daniel Gardner!

La multitud comenzó a enloquecer y sobre todo las mujeres de dicho lugar se pusieron locas por él.

Me subí a la moto de nuevo y cuando ya estaba en posición me coloqué de nuevo el casco de seguridad. Jayson y Mitch estaban a mi lado tratando de convencerme a que me echara atrás y dejarme perder tanto como yo, y como ese dinero.

—¿Listos? —ambos asentimos.

Me sentía como si estuviera metida en una película de Rápidos y furiosos. Solo que aquí no era una película, tenía que ganar sí o sí.

—Oye, fea—me llamó de nuevo. Y puse los ojos en blanco por aquel sobrenombre.

—¿Qué? —contesté de mala gana.

—La pata—señaló abajo—. Tienes que desplegarla.

—Oh, sí. Gracias.

Miré abajo para revisar la pata de soporte para que esta no me impidiera al momento de correr. Pero en ese instante hizo sonar la pistola de aire comprimido que daba el inicio de la carrera.

Maldito, me ha engañado.

Reaccioné rápido y puse en marcha la moto de un tiro. La gente se burló de mí por creerme aquella mala jugada que me han hecho y de la cual había caído.

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