Capítulo 11

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Capítulo 11 | Daniel

No pude dejar que mi cabeza me proyectara a cada momento esa mirada fulminante de aquella chica. Esos ojos miel. Pude verla de cerca y era tan natural. Normalmente la mayoría de las chicas de su edad se maquillaban el rostro—incluso Kate lo hacía—, pero ella no. Su piel lisa y brillante, esas mejillas rosadas que me picaban las manos de querer tomarlos y acariciarlos. Sus labios...finos y gruesos de color rojo natural.

Verla discutir con el idiota de su novio, hasta yo mismo supe del gran error que cometió en aceptarlo. Aquel alboroto que estaban armando pude ver lo incomoda que se veía y hasta sentí pena por ella.

Mientras iba de camino a casa escuché los gritos de una joven que parecía estar pidiendo ayuda. Esos gritos provenían de un callejón. Dudé por unos segundos, pero mientras los gritos aumentaban decir ir por la persona que estuviera en peligro.

Me metí a aquel callejón y al fondo pude ver a tres sujetos tratando de controlar a la persona que estuviera allí que pataleaba para que la dejaran ir.

—¡Suéltenme! —pidió a gritos.

Pude ver a los tres sujetos que sostenían a aquella chica. El primero tenía su brazo rodeando su cuello mientras su otra mano le sostenía la muñeca. El segundo estaba sosteniendo sus tobillos para que dejara de patalear, y el tercero tenía un pañuelo con el cual la dormirían.

—Veo que estáis trabajando.

Los tres chicos se estremecieron al oírme. Juntos me observaron mientras tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón.

—Esto... —uno de ellos habló nervioso por descubrirlos.

Mi mirada se centró en la persona que estaban sujetando. Era la misma de hace rato. Tenía una mirada aterrada. Me acerqué a ella hincándome a su altura.

—¿Estás bien? —pregunté. Podía ver en sus ojos la súplica de que la sacara de allí.

Ella asintió.

De nuevo puse mi mirada en los tres chicos viéndose entre sí.

—Ayuda—dijo con la poca respiración y removiéndose para poder escapar.

Los tres se levantaron junto con ella. No la dejarían ir fácilmente a cambio de algo. Uno de ellos sacó un arma punzo cortante y me apuntó con ella.

—Te daremos a la chica a cambio de algo—sugirió. No eran nada idiotas.

—Bien, ¿Qué quieren?

—¿Cuánto dinero tienes? —dinero, era más que obvio.

Esa cara de malandros que tenían los tres lo decía todo. Querían dinero para así poder comprar drogas. Di un suspiro y saqué mi billetera. No tenía demasiado dinero y tuve que arreglármelas en ese momento. Saqué todo el efectivo que llevaba y un cupón de un descuento del 3x1 en un lugar donde las chicas bailaban en un tubo.

Se lo entregué al sujeto que todavía tenía a la chica y los arrebató. Aventó a la pobre chica haciendo que cayera su cuerpo delgado sobre el mío, dejándose caer por lo débil y asustada que estaba. La sostuve por un tiempo mientras ambos miramos como los tipos se alejaban de aquel lugar.

—¿Estás bien? —bajé la mirada hacia ella.

—S-sí—titubeo—. No debiste darles todo.

—Era darles eso o tu vida. Solo mírate, estás temblando—pude sentir los escalofríos que tenía mientras la sostenía junto a mí. De nuevo el pecho volvió a latirme.

Into You © | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora